Durante el último año, las pequeñas y medianas empresas en Chile han tenido que lidiar con un escenario económico complejo, donde el acceso al crédito se ha vuelto más costoso y exigente. Pese a que la Tasa de Política Monetaria (TPM) comenzó un proceso de baja, en 2025 se ha mantenido estable en 5%, un nivel que aún está por encima del promedio que se registraba antes de la crisis inflacionaria derivada de la pandemia y los retiros desde los fondos previsionales.
En este escenario, el financiamiento se ha convertido en una barrera que impacta directamente la operación y sostenibilidad de miles de emprendedores en el país. La situación se agrava con el estancamiento económico y la incertidumbre internacional, factores que empujan a las instituciones financieras a endurecer las condiciones crediticias. La consecuencia, según los expertos, es que hay menos opciones de financiamiento y mayores tasas, justo en un momento donde las pymes necesitan más herramientas para reactivar su crecimiento.
Maxxa, fintech especializada en servicios financieros para pymes, ha observado de cerca el impacto que este panorama está generando en el ecosistema emprendedor. La firma, que ha apoyado a más de 40 mil pymes en Chile, advierte sobre los efectos negativos del encarecimiento del crédito, especialmente en aquellas empresas que tienen deudas a tasa variable o en UF, y que enfrentan alzas mensuales que afectan su flujo de caja y aumentan su riesgo de morosidad.
¿Cómo prepararse para resistir?
“El financiamiento se ha vuelto más costoso, y eso está limitando las opciones de crecimiento de muchas pymes, que optan por postergar inversiones y enfocarse solo en lo esencial”.
Bruno Marsano, CFO de Maxxa
Además, el ejecutivo advierte que el aumento en la tasa de morosidad bancaria es un reflejo directo de este escenario restrictivo. Según datos de la Asociación de Bancos, en diciembre de 2024 la morosidad mayor a 90 días en créditos otorgados por bancos a empresas llegó a 2,38%, un alza de 14 puntos base en doce meses.
La alta carga financiera también ha obligado a muchas pymes a repensar su estrategia.
Desde Maxxa proponen tomar acciones concretas para mitigar los efectos de las tasas, como renegociar deudas para obtener mejores condiciones, o cambiar créditos en UF por financiamiento en pesos, reduciendo así la exposición a escenarios inflacionarios.
Otro camino es explorar las opciones que ofrece el ecosistema fintech, especialmente factoring digital o financiamiento basado en ventas, que han ganado terreno entre los emprendedores.
Según la Asociación Fintech Chile, el uso de estas plataformas creció un 35% en el último año. Además de tasas potencialmente más bajas, estos mecanismos permiten una mayor flexibilidad y agilidad en la entrega de recursos, lo que puede marcar una gran diferencia para una empresa que necesita liquidez de forma inmediata.
Marsano también enfatiza la importancia de una gestión interna eficiente. “Mantener márgenes de rentabilidad sólidos es fundamental. Para eso, es clave negociar con proveedores, digitalizar procesos y tener un control financiero riguroso que permita anticipar problemas de liquidez. Las herramientas de proyección de tesorería son más necesarias que nunca para sostener la operación en un entorno financiero desafiante”, asegura.