Una ola de frío en Argentina está provocando una crisis energética en ese país, producto de una demanda residencial récord de gas que ha provocado la interrupción de suministro y amenaza con suspender las exportaciones a Chile.
La demanda de las familias alcanzó el miércoles un récord histórico y llegó a los 100,3 millones de metros cúbicos (m³) diarios, cuando en los últimos años no había superado los 96 millones. Como ocurre cada invierno en ese país -y especialmente durante una ola polar-, el sistema de distribución de gas trasandino entró en tensión. Particularmente este año, las temperaturas extremas registradas en todo ese país hicieron aumentar un 25% el consumo de gas respecto del invierno del año pasado.
En este contexto, el Gobierno de
Javier Milei, en conjunto con las empresas, dispuso un conjunto de "medidas extraordinarias" para asegurar el abastecimiento a los usuarios prioritarios del sistema: residencias, hospitales y establecimientos educativos. Así, ordenó en las últimas horas interrumpir el suministro de gas natural a industrias y estaciones de GNC.
"Ante las temperaturas extremas registradas en todo el país -las más bajas en más de 30 años y con mínimas de hasta menos 11 grados en algunas provincias- y el consecuente incremento inédito del consumo de gas natural por parte de los hogares argentinos, el Gobierno Nacional, en conjunto con las licenciatarias, dispuso un conjunto de medidas extraordinarias para asegurar el abastecimiento a los usuarios prioritarios", informó la Secretaría de Energía en un comunicado. La medida se implementó a través del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas).
La decisión afecta a sectores industriales, estaciones de GNC -muchas de las cuales permanecen cerradas en ciudades como La Plata y Mar del Plata- y al transporte de carga y pasajeros. También se habrían interrumpido los envíos de gas a Chile, según una nota de EFE. Algo que las autoridades chilenas aún no han confirmado.
Además, según consignó La Nacion, cuando ocurren este tipo de emergencias, el sistema energético recurre a dos medidas principales: se incrementan las importaciones de gas natural licuado (GNL) y las distribuidoras aplican cortes de suministro. "Esto no solo afecta a estaciones de servicio de GNC, sino también a ciertas industrias y exportaciones a Chile, en forma preventiva", señaló la publicación.
"Esta coyuntura vuelve a poner en evidencia los problemas estructurales del sistema energético", añadió la secretaría argentina, atribuyendo parte del escenario a la falta de inversión sostenida en infraestructura durante décadas.
Numerosos barrios de la ciudad costera de Mar del Plata, a más de 400 kilómetros de Buenos Aires, permanecen sin suministro de gas natural desde el miércoles debido a una caída en los niveles de presión, originada por el fuerte aumento de la demanda. Esta situación obligó a suspender actividades en distintos establecimientos educativos.
También hay cortes en la ciudad de Buenos Aires, en la periferia de la capital y en el centro de ese país.
