Ante la ola de calor pronosticada para esta semana en la zona central del país, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) declaró alerta roja desde las regiones de Coquimbo hasta Ñuble, mientras que en Biobío se mantiene alerta amarilla.
En ese contexto, desde la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) detallaron que se pusieron en contacto con todas sus empresas socias a nivel nacional para informar y reforzar las medidas preventivas destinadas a proteger la salud y seguridad de los trabajadores.
Así, la CChC señaló que elaboró un manual de buenas prácticas para obras, faenas y centros de trabajo, titulado "Gestión del riesgo por exposición a altas temperaturas y altas temperaturas extremas", considerando que muchas de las labores propias del sector implican alto esfuerzo físico y exposición directa al sol.
Entre las principales medidas establecidas se encuentran la habilitación de zonas de sombra en puntos de trabajo expuestos; la implementación de planes de hidratación que aseguren al menos tres litros de agua por persona al día, promoviendo el consumo cada 15 a 20 minutos; y la planificación de las tareas de mayor exigencia física en horarios de menor temperatura.
Asimismo, desde la CChC señalaron que se "recomienda establecer pausas laborales tras 45 minutos de trabajo continuo", fomentar el uso de ropa permeable al vapor del sudor y reforzar la comunicación de riesgos mediante charlas de seguridad.
En la misma línea, desde la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) llamaron a anticiparse a los efectos del calor extremo, poniendo el foco en la salud de los trabajadores agrícolas y forestales, la continuidad productiva y la prevención de incendios.
Su presidente, Antonio Walker, señaló que frente a temperaturas extremas "lo más importante es evaluar ajustes en las faenas, priorizando siempre la seguridad de los trabajadores y reduciendo la exposición en los horarios de mayor calor".
En ese sentido, indicó que cuando "las condiciones lo ameriten es recomendable suspender o reorganizar las labores, privilegiando esquemas como la denominada "faena cero". En los casos en que las actividades deban continuar, enfatizó la importancia de trabajar bajo sombra, asegurar hidratación permanente, utilizar elementos de protección personal y adecuar las jornadas laborales.
Walker advirtió además, que el riesgo de incendios se ve amplificado por el contexto climático del año. "Venimos de un invierno lluvioso, lo que generó una gran cantidad de vegetación seca que hoy actúa como combustible", afirmó, subrayando la necesidad de una coordinación efectiva entre autoridades, empresas, comunidades y ciudadanía para evitar emergencias mayores.
Por último, desde ambos gremios hicieron un llamado a la corresponsabilidad y a monitorear permanentemente las condiciones meteorológicas y las alertas emitidas por Senapred.
