La mujer no sería una madre que huye de las bombas, sino la joven Marie Thérèse Walter, su amante clandestina, con Maya, la hija de ambos, en brazos. Tiene la lengua afilada como símbolo de las discusiones después de que Marie Thérèse conociera a la otra amante de Picasso, Dona Maar.
Juarranz afirma que el toro es el reflejo del propio pintor. En este autorretrato, Picasso utilizaría la misma zona de la pintura en la que se retrataron a sí mismos Velázquez y Goya, en "Las meninas" y "La familia de Carlos IV" respectivamente.
"El pájaro sobre la mesa está piando y abriendo la boca como pidiendo de comer, la forma en que Picasso había pintado en otras ocasiones a Dora Maar", afirma el historiador en el diario El Mundo. Dora tenía 29 años, fue una de las amantes oficiales del pintor y como fotógrafa, retrató la creación del "Guernica". Su pequeño tamaño indicaría una importancia menor en la vida del artista.
Cuando Picasso pintaba el "Guernica" se encontraba en el proceso legal de divorcio con la bailarina ucraniana Olga Koklova. "Es el momento que Picasso señala como el peor de su vida", explica Juarranz en la misma publicación. Además detalla que en dibujos anteriores pinta a la pareja entre toro y caballo en actitud amorosa, y luego, a partir de 1927, en actitud violenta. La lengua afilada representaría las discusiones entre ambos.
Maya Widmaier-Picasso tenía 20 meses cuando su padre pintó el "Guernica". Aquí el pintor habría plasmado su dramático nacimiento, cuando estuvo a punto de morir y no sabían si sobreviviría.
"El suicidio de su amigo Casagemas le afectó tanto que con él dio comienzo a su etapa azul", asegura Juarranz. También pintor, se disparó a los 20 años y en varios bocetos Picasso lo habría pintado sobre un charco de sangre.
La mujer que corre correspondería a su madre, en una imagen que quedó grabada en la memoria de Picasso cuando tenía tres años, según el historiador. En la Navidad de 1884, por un terremoto en Málaga, tuvo que salir arrancando con su madre quien estaba embarazada de su hermana Lola.
Según Juarranz esta figura podría leerse como un ángel en llamas o la escenografía de una Navidad destrozada, como la del terremoto que tanto afectó a Picasso y que causó varios incendios en la zona.