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Alfonso Cuarón y la enorme producción que utilizó para "Roma": "La experiencia fílmica lo requería"

El director ganador de un Oscar por "Gravity", ya comenzó a estrenar su nuevo filme en las principales cadenas internacionales. A partir del 14 de diciembre estará disponible a través de Netflix.

26 de Noviembre de 2018 | 16:24 | Redactado por N. Quijada, Emol
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AFP
SANTIAGO.- Alfonso Cuarón tiene grandes posibilidades de volver a triunfar en los premios Oscar gracias a su nueva película "Roma". El director mexicano que ya ostenta una estatuilla por su trabajo en "Gravity" (2013), ha sorprendido a los críticos con un relato íntimo que guarda relación con su historia de vida y las personas que marcaron su infancia.

Su más reciente obra audiovisual ya fue galardonada con el León de Oro en el Festival de Cine de Venecia, y se espera que obtenga más de una nominación por parte de la Academia.

La trama transita por los pasos de una familia de clase media que vive un año marcado por las turbulencias en la década de los setenta en Ciudad de México. Los expertos la han calificado como un retrato vívido y emotivo tanto de la lucha diaria de las familias como de las jerarquías sociales en una década llena de inestabilidades políticas.

"Roma". Foto: Netflix

Cuarón, quien se ha convertido en uno de los cineastas de habla hispana más renombrados, conversó sobre este nuevo lanzamiento con el periodista Marco Payón de la revista The Red Bulletin, quienes cedieron parte de su exclusiva a Emol.

- Parece que te has dedicado a quemar cartuchos. Has dicho que no lo recomiendas, como cuando te fuiste de México no en las mejores condiciones...

- Es muy cansador y no es buen negocio. Pero no me fui. Terminé en Estados Unidos porque había quemado puentes y allá se me ofrecieron posibilidades. La manera en que yo produje sólo con tu pareja, no necesariamente sentó muy bien en México. Tuve mucho apoyo, pero el Estado era mi socio, aunque minoritario. Les dejé muy claro que no eran mis patrones. Yo controlaba la película y eso no fue bien visto. Quise manejar la película de la forma en que yo consideraba que era la mejor manera Estaba muy claro que no iba a ser el favorito para los siguientes proyectos. Y me encontré en el festival de Toronto, donde sabía lo que había dejado atrás con una expectativa de ver si regresaba o qué hacía y empecé a tener ofertas en Estados Unidos.

- ¿No te peleaste realmente con alguien?

- No necesariamente son pleitos. Como el ejemplo de "Roma": después de Gravity se me abrieron muchísimas puertas, más de las que tenía, en ofertas de mucho dinero. Con las posibilidades de hacer películas más grandes, con más presupuestos y con más dinero para mí, en ese momento tomé la decisión de hacer una película en México, en blanco y negro, en español y mixteco, con un reparto sin estrellas.

- Parece que a propósito te pones en un lugar incómodo.

- Hay una tendencia que tengo que es: "Si sé cómo hacer una película, no me interesa hacerla". Si yo sé hacerla es que ya me aburre la idea. Más que el reto es la curiosidad de lo desconocido. La curiosidad de saber que tengo una visión de la película que quiero hacer, pero no tengo idea de cómo se puede hacer eso. El proceso en sí no me deja bajar la guardia. Por eso creo que todas las películas que he hecho son muy distintas unas a las otras.



- Hay algo que debes hacer: explorar lenguajes, ¿no?

- Parece ser una tendencia, sí. A lo mejor tiene que ver con ser cinéfilo desde niño y ver el universo tan extenso que es el cine y admirar el desarrollo del lenguaje fílmico, desde el cine mudo, la invención del cine, hasta nuestros días. Hay algo que me agobia un poquito: la idea de no explorar lenguajes. O de no empujar los límites de ciertos lenguajes, creo que es lo que más me atrae.

- En Roma trajiste una producción enorme. ¿Realmente lo requería la historia? ¿No te gustaría hacer una película "sencilla"?

- Más que la historia, lo veo como la experiencia fílmica. La experiencia fílmica sí requería todo eso. Es lo que necesitaba. Siempre empiezo cada proyecto diciendo: "Esta es una película sencilla; esta sí va a ser sencilla. La hago rápidamente y ya está". Mi productora me dice siempre eso. En Gravity yo le decía a Chivo [el cinematógrafo Emmanuel Lubezki]: "Vamos a hacer una película rápidamente; sencilla. Es una mujer en el espacio, la hacemos en contra de fondos negros y ya". [Risas]. "Un poco de efectos visuales y ya". En Roma yo insistía a mi productora: “Esta es una película pequeña, más íntima". Parece más bien que no estoy diciendo mentiras, porque a medida en la que empiezo a preparar el proyecto, la realidad empieza a formularse.

- Y es una ocasión para ver una gran producción que refleja a la Ciudad de México.

- Pero la esperanza es que la producción no sea el punto. Sino que sea el universo de la película. La idea sí es confrontarte con un universo.

- ¿Esta película te sirve para exorcizar demonios o regresar a tus raíces?

- Cualquier experiencia humana que sean proyectos de larga duración siempre va a tener una parte transformadora. Al entrar a un quehacer humano de tiempo limitado, pero de cierto tiempo prolongado, entras a una realidad paralela. Empieza una abstracción, donde lo que está fuera de tu proyecto fluye a otra velocidad. Fluye de una manera distinta. Y cuando te reconectas con esa realidad, sientes la gran diferencia. A veces esa diferencia crea transformaciones, otras veces es una especie de shock, pero nada más. En el caso de Roma, cualquier experiencia humana que se concentra en su propia memoria, inevitablemente va a tener consecuencias emocionales.
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