Las interpretaciones de Jamie Lee Curtis y Lindsay Lohan destacan en "Otro Viernes de Locos".
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Durante la década de los 2000,
Disney se posicionó como la plataforma estelar de
películas infantiles y adolescentes. Varias de estas se convirtieron en fenómenos mundiales que catapultaron muchas carreras en la industria, como "High School Musical" o "Juego de Gemelas". Aunque parece que este fenómeno no regresará con la misma fuerza,
una de sus entregas clave vuelve triunfalmente con su secuela: "Otro Viernes de Locos".
La sucesora de la película estrenada en 2003, "Un Viernes de Locos",
continúa la historia de Tess y Anna, madre e hija que intercambian cuerpos para poder empatizar entre sí y mejorar su relación. Luego de 22 años de aquel incidente,
todo se repite, pero con un mayor grado de complejidad: Anna y Tess intercambian cuerpos con la hija e hijastra de Anna, Harper y Lily. Lo que al principio parece una situación controlada se convierte en una tormenta de acontecimientos que llevan a sus personajes y a la historia a un nivel de mayor profundidad.
Increíblemente, "Otro Viernes de Locos" encuentra esas virtudes que le permiten decir que
es una secuela que vale la pena y no un mero intento de capitalizar la nostalgia de su audiencia (aunque también tenga un poco de eso).
Es una continuación llena de humor y con una gran Jamie Lee Curtis que dejará satisfechos a los fanáticos, aunque no necesariamente convenza del todo al público general. En esta nota analizamos lo bueno y lo malo de este regreso.
Más cambios, más dinámico
La primera película de la saga se volvió un clásico para toda una generación. A pesar de su trama sencilla, "Un Viernes de Locos" iba al grano y encontraba mucho corazón en sus personajes. La secuela no podía repetir exactamente la misma fórmula y, aunque retome varios de sus elementos,
el cambio de cuerpos entre cuatro personajes permite reorganizar las dinámicas para revelar emociones más complejas que en la película anterior.
Partiendo por los cambios generacionales, que ahora son más notorios:
ya no es solamente madre-hija, sino abuela-madre-hija-hijastra. Esto da pie a que el humor adopte distintas formas y logre
hacer reír a toda la familia. No hay nadie que no pueda sentirse identificado, y eso hace que "Otro Viernes de Locos" deje de ser únicamente para fanáticos y
se abra a todo público.
Por otro lado, está el contexto. Lo que antes era un simple drama entre una madre y su hija, ahora se transforma en
fricción entre varios personajes que necesitan aprender una lección. La película se preocupa de establecer
conflictos que tengan sentido y que no sean meras imitaciones de lo ya visto. Incluso podría decirse que, aun sin el intercambio de cuerpos, la historia habría llamado la atención por las dinámicas que se construyen en esta nueva familia.
Julia Butters (izquierda) y Sophia Hammons (derecha) dan vida a Harper Coleman y Lily Davies, la hija de Anna y la hijastra de Tess , respectivamente. Crédito: AP.No todo funciona
Añadir más complejidad a una película que apunta a una audiencia familiar, también trae sus problemas. Con un tiempo reducido, es
inevitable que alguna de estas relaciones quede por debajo del resto en cuanto a impacto. Ese es el caso de la relación abuela-hijastra. Por más que entendamos sus puntos individuales,
Tess y Lily nunca logran tener química, forzando una conexión que ni siquiera necesitaba profundizar.
Lo mismo ocurre con el humor. Tratar de satisfacer diferentes sentidos del humor es prácticamente imposible, así que
no sorprende que algunos chistes no funcionen con toda la audiencia. Dicho esto,
lo más probable es que la mayoría disfrute de la comedia que propone "Otro Viernes de Locos".
Humor nuevo y viejo
Sonará simple, pero
el hecho de que esta secuela legado no repita los mismos chistes que su predecesora, ya es un mérito en sí mismo. Es fácil caer en la tentación de reciclar los elementos que llevaron al éxito y dejar que la nostalgia haga el resto, y aunque en algunos momentos lo hace,
la película intenta también con nuevos estilos y comentarios que encajan muy bien con la historia, logrando que todos pasen un buen rato.
La comedia no solo se beneficia de estos intentos, sino que también se eleva gracias a las interpretaciones de su elenco, especialmente Lindsay Lohan y Jamie Lee Curtis.
Lohan demuestra que el talento que mostró en su adolescencia sigue intacto, mientras que la ganadora del Oscar comanda cada escena con mucha picardía. Sin ellas, esta entrega no funciona.
"Otro Viernes de Locos" no es una obra maestra, ni mucho menos, pero sí se puede catalogar como
un retorno digno para un género que marcó a una generación, la cual hoy puede disfrutar del regreso de un clásico. Recomendada para ver en familia.
Nota: 3,0/5,0"Otros Viernes de Locos" ya está disponible
en cines.
Agustín Pérez Achurra, crítico de cine (
https://www.instagram.com/hobby.space/)
