WASHINGTON.- Un hombre condenado a muerte por un doble asesinato que siempre proclamó su inocencia fue ejecutado el jueves por la noche en Florida.
Michael Lambrix recibió una inyección letal poco después de las 22:00 horas (23:00 horas en Chile), después de que la Corte Suprema en Washington rechazara un recurso judicial final suyo.
Lambrix, de 57 años, fue condenado a muerte por los asesinatos de Aleisha Bryant y Clarence Moore en 1983 en la ciudad de Labelle, en el centro de Florida. Afirmó ser inocente durante más de tres décadas.
"Esto no va a ser una ejecución, va a ser un asesinato cometido a sangre fría", había declarado el detenido, a quien se le permitió reunirse con periodistas el martes en la prisión.
"El Estado de Florida matará deliberadamente a un inocente", agregó.
Lambrix fue declarado culpable de matar a Moore y Bryant después de una noche festiva. Siempre afirmó haber matado a Moore en defensa propia, después de que éste asesinara a Bryant.
Así, rechazó un procedimiento de declaración de culpabilidad que le habría evitado la pena de muerte y le habría permitido ser liberado hace una década.
Fue condenado por un jurado no unánime, una excepción local. Varias de sus ejecuciones programadas fueron suspendidas en el último minuto, las más recordada el 30 de noviembre de 1988, cuando fue llevado a la silla eléctrica.
Florida presenta la particularidad de no requerir unanimidad del jurado para condenar a muerte a un acusado.
