El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ya depositó su papeleta en las elecciones generales de este domingo, instancia que ocupó para pedir a los votantes, especialmente los más jóvenes, concurrir a las urnas.
"Los griegos están decidiendo el curso que tomará el país en los próximos cuatro años, están decidiendo por el resto de sus vidas. Quiero hacer un llamado a todos los ciudadanos para que voten a pesar de las altas temperaturas de hoy", declaró el líder del partido de izquierda Syriza desde el colegio electoral de Atenas.
Y añadió: "Me gustaría particularmente apelar a los jóvenes porque, por tradición, suelen marcar la diferencia. No quiero que dejen su futuro en manos de los demás".
Tsipras, que podría perder el Gobierno en favor de la opositora Nueva Democracia y su líder, Kyriakos Mitsotakis, describió además el día de hoy como "una pelea crucial": "Estamos luchando con optimismo y decisión hasta el último minuto para que los sacrificios de nuestra gente no se desperdicien".
El primer ministro decidió adelantar la cita tras la derrota de su formación en las elecciones a la Eurocámara, en las que se impuso la conservadora Nueva Democracia. El partido izquierdista llegó al poder en 2015 cuando el país estaba inmerso en una grave crisis económica que había requerido miles de millones de euros en ayuda financiera externa desde 2010.
Tras haber conseguido sacar al país del rescate financiero y después de haber ratificado en 2019 un acuerdo tan histórico como polémico con Macedonia para poner fin a años de disputas por su nombre oficial, Tsipras ha quedado relegado en las encuestas por el avance de Mitsotakis, al que los sondeos sitúan con hasta nueve puntos porcentuales de ventaja y con posibilidades de alcanzar incluso una mayoría absoluta.
De acuerdo con el sistema electoral que todavía sigue vigente en Grecia, la fuerza más votada en las elecciones logra un bonus de 50 escaños, en un Parlamento que cuenta con 300 representantes.