Lula al dejar la prisión en Curitiba.
AFP
Tras un año y siete meses en prisión, y en medio de un altísima expectación, el ex Presidente brasileño
Luiz Inácio Lula da Silva abandonó la cárcel, luego de que la justicia acogiera el requerimiento presentado por su defensa tras un fallo del Supremo Tribunal Federal (STF) del país sudamericano.
Cerca de las 17:40 horas, poco después de que se conociera la orden del juez Danilo Pereira Júnior, el ex Mandatario salió sonriente de la sede de la Policía Federal de Curitiba, donde se encontraba recluido desde abril de 2018, cumpliendo una pena de 8 años y 10 meses de cárcel.
El líder del
Partido de los Trabajadores (PT) era esperado por una multitud de adherentes, quienes lo recibieron con cánticos, gritos de "Lula Libre" y bombas de estruendo. Su compañera sentimental,
Rosángela da Silva, con quien anunció que se casaría una vez libre, lo abrazó apenas salió del recinto.
La recepción era encabezada por los principales rostros del PT, entre ellos el ex candidato presidencial Fernando Haddad, uno de los ahijados políticos de Lula y quien perdiera en los últimos comicios con el actual Mandatario, Jair Bolsonaro.
Tras saludar a algunos de los manifestantes, el ex Presidente tomó la palabra para dirigirse a sus partidarios y agradecer a todos quienes lo acompañaron durante el tiempo que estuvo en prisión. De este modo, criticó el "lado podrido del Estado brasileño, la justicia, el Ministerio Público, la policía federal y la Secretaría de Ingresos Federales".
580días estuvo recluido Lula da Silva
En su discurso, Lula se comprometió a
"seguir luchando" por el pueblo brasileño pese a que, aseguró, existe actualmente en el país un intento de
"criminalizar a la izquierda, a Lula y al Partido de los Trabajadores".
El ex gobernante salió de la cárcel después de que el STF modificara una jurisprudencia establecida en 2016, según la cual un condenado en segunda instancia ya podía ingresar a la cárcel, aún con apelaciones pendientes en tribunales superiores. Ayer, la corte determinó esa medida como inconstitucional.
Esto favoreció a Lula, quien se encontraba preso desde abril de 2018, cuando comenzó a cumplir una pena por corrupción tras ser condenado en segunda instancia, acusado de recibir a manera de soborno un departamento en la playa de la constructora OAS a cambio de beneficios para la adjudicación de contratos con la petrolera Petrobras.
La sentencia fue confirmada luego en una tercera instancia, pero aún le resta una apelación ante la Corte, que ya presentó, pero sobre la cual el Supremo todavía no se ha pronunciado.
Tras su liberación, Lula da Silva afirmó que recorrerá todo Brasil para reunirse con sindicatos y agrupaciones sociales del país. Esta gira comenzará mañana, con un encuentro con el Sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, donde comenzó su carrera política.
