Al menos cuatro ministros y la vicepresidenta de
Perú ya han presentado su renuncia al Gobierno, luego de que el Presidente
Pedro Castillo decretara la disolución del Congreso, que ha sido catalogada tanto por los medios como por varios sectores políticos como un "Golpe de Estado".
Se trata de los ministros César Landa (Relaciones Exteriores), Alejandro Salas (Trabajo), Kurt Burneo (Economía) y Silvana Robles (Cultura), además del abogado Benji Espinoza, quien representaba a Castillo en las investigaciones judiciales por corrupción.
"Coherente con mis principios y con pleno respeto a la democracia
he presentado mi renuncia al Gabinete Ministerial. Agradezco haber servido al país el tiempo que estuve a cargo de las carteras de Cultura y Trabajo", escribió el ministro Salas en su cuenta de Twitter.
En tanto, Burneo, aseguró que "habiéndose vulnerado el Estado de Derecho y en la línea con mis principios democráticos, presento mi renuncia irrevocable al cargo de ministro de Economía y Finanzas".
En la misma línea se manifestó César Landa: "En estricto apego a mis convicciones y valores democráticos y constitucionales, he decidido renunciar irrevocablemente al cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, ante la decisión del Presidente Castillo de cerrar el Congreso de la República, violando la Constitución".
Por su parte, Silvana Robles remarcó que "la decisión de cierre del Congreso y medidas anunciadas en el Mensaje a la Nación de hoy contribuyen a profundizar la crisis antes que a resolverla, con imprevisibles consecuencias para la Patria. Por esa razón, presento mi renuncia irrevocable al cargo de Ministra de Cultura".
Más dura fue la vicepresidenta Diana Boluarte, quien también se desmarcó del Presidente: "Rechazo la decisión de Pedro Castillo de perpetrar el quiebre del orden constitucional con el cierre del Congreso. Se trata de un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley".
El abogado Benji Espinoza, en tanto, indicó que "como abogado respetuoso de la Constitución asumí la defensa del Presidente de la República presumiendo su inocencia.
Al haberse producido una ruptura del orden constitucional, me veo en la obligación de renunciar irrevocablemente a la defensa del ciudadano Pedro Castillo".
"La coherencia entre el discurso y la acción define a los verdaderos hombres. Mi convicción democrática está al servicio de la defensa del derecho constitucional y convencional", agregó.
