Cuando en 2015 el sirio Ryyan Alshebl desembarcó de una balsa improvisada en la isla griega de Lesbos, no podía imaginar que ocho años después se convertiría en alcalde de un apacible pueblo alemán.
"Estaba oscuro y en Lesbos no se veía una sola luz", recordó en una conferencia de prensa en Berlín, antes de asumir su cargo.
"Unas horas antes estábamos en una ciudad normal del Mediterráneo en Turquía. Luego el ambiente cambió con el frío y la oscuridad y, por supuesto, el miedo que se siente en ese tipo de travesía", dijo.
Alshebl, que en 2015 tenía 21 años, era parte de la oleada de refugiados que llegó ese año a Europa.
Se fue de Grecia y atravesó Macedonia, Serbia y Croacia en transporte público y a pie, tardando 12 días en llegar a Alemania. Fue albergado en un centro para refugiados en Althengstett, una zona rural cerca de la Selva Negra.
"Era un espacio compartido, con una cama, un techo y algo de comida, cosas que sigo agradeciendo", dijo.
Ryyan Alshebl pasó por Turquía, Grecia, Macedonia, Serbia y Croacia antes de llegar a Alemania
Alshebl aprendió rápidamente a hablar alemán con fluidez -"si estás en una zona rural no tienes opción"- y consiguió una pasantía como asistente administrativo en el ayuntamiento de
Althengstett.
Obtuvo la nacionalidad alemana en 2022, un requisito para quien quiera postularse a las elecciones locales.
"Asumir responsabilidades"
A sus 29 años asumirá en junio como alcalde de Ostelsheim, un poblado cercano a Althengstett.
Se cree que es el primer sirio de la ola de refugiados que llegó a Alemania entre 2015 y 2016 en ser electo a un cargo político.
Alshebl partió a Europa junto a cuatro amigos, dejando atrás a sus padres y un hermano, aunque un segundo hermano ya se había ido a Alemania con una visa de estudiante.
Dijo que la experiencia de huir de Siria y las responsabilidades que tuvo que asumir por él y por los otros lo impulsaron a la actividad política. Así,
se postuló como candidato independiente y obtuvo 55,41% de los votos.
También es integrante de los Verdes, "porque la protección del clima es muy importante" para él.
Su victoria es tanto más sorprendente cuanto que Ostelsheim, un poblado de 2.700 habitantes situado entre montañas, es una comunidad tradicionalmente conservadora.
El partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) aprovechó la ira por el ingreso de solicitantes de asilo en 2015-2016 para obtener votos e ingresar al parlamento por primera vez.
Apertura
Pero Alshebl dice no haber visto en persona el extremismo de derecha y cree que fue electo porque escuchó las preocupaciones de la gente, desde el cuidado infantil hasta temas de digitalización.
Con la ola de felicitaciones que recibió de todo el mundo, quedó claro que su historia fue "más grande que una elección de alcalde en una pequeña comunidad".
Alshebl cree que el hecho de haber triunfado contra otros dos candidatos locales que crecieron en la zona dice mucho sobre la mentalidad de los votantes.
"Es una señal de que la gente no pensó en el origen, sino en las calificaciones. Es señal de apertura al mundo", aseguró.
Los padres de Alshebl, una profesora y un ingeniero agrícola, pertenecen a la minoría drusa de Siria, aunque él dice no ser religioso.
Tiene "sentimientos mixtos" sobre Siria, país que no ha podido visitar desde que vive en Alemania. "Es el país donde nací y me crie. Añoro a la gente con la que crecí", comentó.
"Pero estoy contento de haber tenido la oportunidad de vivir aquí" cuando otros no han podido, agregó.