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El nuevo "botín electoral": Expertos analizan intereses de intendentes salientes y entrantes por futura elección

Las nuevas autoridades regionales entrarían al gobierno “en campaña” para intentar revalidar su cargo en 2020. Algunos intendentes salientes, como Claudio Orrego, ya han hablado de sus intenciones de volver.

15 de Febrero de 2018 | 11:24 | Por Consuelo Ferrer Durán, Emol
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SANTIAGO.- "Lo digo con todas sus letras: si yo alguna vez vuelvo a ser intendente, espero que sea elegido por la gente. El rol del futuro gobernador de la Región Metropolitana es fundamental para articular todos los actores de la ciudad (...) Me parece un trabajo apasionante".

Así manifestó sus intenciones de presentarse a la primera elección de gobernadores regionales en 2020 el actual intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, después de cuatro años ininterrumpidos en el cargo. Como él, los invictos son sólo otros dos: Rodrigo Díaz, en Biobío, y Jorge Flies, en Magallanes.

Las palabras de Orrego, emitidas a La Tercera a comienzos de enero de 2018, adelantaron el cierre de su periodo a la cabeza de Intendencia, que sucederá invariablemente con el cambio de mando el próximo 11 de marzo, fecha en que será reemplazado por un intendente con fecha de caducidad.

3 Intendentes se mantienen en el cargo desde 2014
Y es que tras una larga discusión en el Congreso, el pasado 12 de diciembre la Cámara de Diputados aprobó y despachó la ley orgánica constitucional que transferirá las competencias de los intendentes a los nuevos jefes regionales, que pasarán a elegirse democráticamente cada cuatro años, en conjunto con las autoridades municipales.

Por eso, los intendentes que nombre el Presidente electo, Sebastián Piñera, a partir del 19 de febrero, entrarán a la oficina en marzo, pero tendrán que abandonarla a los dos años, aunque podrían retornar a ella si son capaces de defender ese espacio.

Intendentes en campaña


“Antes, la figura del intendente podía ser una pasiva, que cumpliera con lo que decía el Presidente. Pero ahora tendrán que ser más activas, porque de aquí a dos años tienen que estar peleando el poder local, repartido en 16 regiones. Quienes entren ahora van a estar en carrera de inmediato, no van a entrar a especular: ellos van a estar en campaña”.

Es parte del análisis que realiza el director del Centro de Análisis Político de la U. de Talca, Mauricio Morales, quien adelanta que la elección será “el nuevo botín electoral” de los partidos políticos.

El proyecto aprobado permitirá que el candidato con la mayor cantidad de votos resulte electo, siempre que alcance el 40% de las preferencias. Es decir, es un cargo que no requerirá mayoría absoluta.

Por eso, afirma Morales, se abrirá un escenario interesante para las tiendas. “Seguramente la centroderecha no va a tener problemas en nominar un candidato único, porque fue capaz de hacer una lista única para la elección parlamentaria. Distinto es el panorama para la centroizquierda, porque los problemas de coordinación son gigantescos”, afirma.

Entre ellos, señala la dificultad que aporta la división interna de la Nueva Mayoría y la Democracia Cristiana, además del factor Frente Amplio. “Resulta bien difícil imaginar una primaria para definir al candidato a gobernador regional y que después los votos de toda la centroizquierda se vayan para esa figura”, dice.

El caso Orrego


En cuanto a la aspiración del actual intendente metropolitano, el decano de la Facultad de Gobierno de la U. Central, Marco Moreno, asegura que sería un logro que, por el mismo motivo, no recaería solamente de él.

“Va a depender de si hay o no coalición en la oposición, porque llevar un candidato solo, nuevamente, implica un riesgo, por más pública que sea su figura. Si no va en un pacto electoral, es difícil que pueda ser elegido sólo por su conocimiento y exposición pública”, indica.

"Si no va en un pacto electoral, es difícil que pueda ser elegido sólo por su conocimiento y exposición pública"

Marco Moreno
Para el académico de la U. de Talca, también dependerá de lo que pase durante estos dos años. “Le va a ser muy complicado mantener el recuerdo de la gente. Orrego tiene que tomar una decisión, porque si se va al mundo privado le va a ser muy difícil volver a la carga”, afirma.

Pero en la antesala de que se reacomoden las placas tectónicas de la política chilena, Morales vislumbra una posibilidad. “La única forma en la que podría figurar sería encabezando la DC”, dice, aunque afirma también que sería un alto riesgo.

“Si hubiese un consenso en torno a Orrego, no me cabe duda de que tomaría el mando, pero no lo veo con ganas de competir, porque exponerse a una derrota interna de un partido en decadencia es la peor forma de presentarte como candidato después”, añade.

Un perfil político


Con la elección directa, Morales opina que el perfil del intendente evolucionó de una figura administrativa a alguien que jugará un rol político, lo que se vería reforzado por la fecha en la que tendrá lugar la elección: a mediados de la gestión del nuevo gobierno.

Por eso, considera que Piñera debe ser selectivo a la hora de elegir los nombres para el primer tiempo de su gobierno, si quiere optar a que sean elegidos con posterioridad.

“En primer lugar tienen que ser líderes políticos regionales y no debe importar tipos de Santiago a regiones, porque es muy mal visto. Además tienen que ser personas ‘campañeras’, que ya tengan experiencia electoral o muchas ganas de hacer campaña”, afirma.

Es en este punto donde el decano de U. Central tiene un matiz: es ese factor, y el hecho de que si el intendente quisiera optar a la elección tendría que renunciar al cargo un año antes, lo que ha complicado la elección de nombres.

Hay muchos interesados, pero que no están tan interesados en ser candidatos el 2019, porque implica una campaña grande, en muchos casos más grande que una circunscripción senatorial. Va a ser un trabajo bien arduo”, explica.

Un adelanto de elecciones posteriores


Morales también recalca la importancia de que los intendentes sean militantes, y aconseja tener sumo cuidado al momento de elegir de qué partido, considerando que podría potenciarse mutuamente con la elección de alcaldes.

“Debe ser estratégico en cuanto a nominar de acuerdo al poder electoral de la región, para generar sinergia. Tiene que nombrar a un intendente que comulgue con el partido mayoritario en cada región”, dice.

“Va a ser casi un plebiscito de lo que está realizando la administración y podría anticipar lo que sucederá en la carrera presidencial”

Mauricio Morales
Ambos expertos señalan, además, que las elecciones de medio término son una especie de prueba para evaluar la popularidad del gobierno. “Va a ser casi un plebiscito de lo que está realizando la administración y podría anticipar lo que sucederá en la carrera presidencial”, dice Morales.

Aquí Piñera se juega parte de la elección del 2021. La derecha nunca ha sido amplia mayoría, así que si lograra obtener la mayor cantidad de regiones, eso la dejaría muy bien afectada para el 2021. Él tiene que apretar la tecla correcta para que el circuito virtuoso comience a correr”, añade.
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