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El lamento y la demanda de justicia de los vecinos del "profesor Nibaldo" por el crimen que enluta a Villa Alemana

Emol fue a la zona y conversó con quienes conocieron al docente descuartizado, cuyo velorio es hoy. "El ensañamiento con que actuaron no tiene perdón", dicen sobre los imputados.

24 de Agosto de 2018 | 10:13 | Por Martín Gutiérrez desde Villa Alemana, Emol
VILLA ALEMANA.- A unos 20 minutos de Viña del Mar y algo retirada del agitado ritmo del Gran Valparaíso, se encuentra Villa Alemana, una localidad que no escapa de la típica descripción de vida de pueblo. La mayoría de los vecinos se conoce y pareciera que las únicas que llevan prisa son las micros y buses que tienen que cumplir con sus recorridos.

Pero esta serenidad se vio brutalmente interrumpida de golpe con una noticia que remeció a todos los habitantes: El crimen cometido contra uno de sus vecinos, Nibaldo Villegas.

Su ex esposa Johanna Hernández Vicuña (32) y su pareja Francisco Silva Hale (37) fueron formalizados, hecho que profundizó el impacto y desazón que por estos días sienten los que conocieron a este profesor de computación de 50 años.

"Era un muy buen vecino, saludaba todas las mañanas. Muy buen padre. La verdad es que lo que hicieron no tiene perdón", cuenta a Emol Winston Yáñez, quien vive exactamente al lado de la casa en la que Villegas disfrutó tardes compartiendo con su hija de siete años, de quien tenía la tuición provisoria luego de separarse de Hernández.
A pesar del distanciamiento de la pareja, ella seguía acudiendo al domicilio ubicado en el pasaje Yacolen de la población municipal Peñablanca.

"Mi sexto sentido falló"


Según cuentan los vecinos, Hernández era una mujer celópata y pese a ya tener una relación con Francisco Silva, a quien conoció en sus labores de paramédica en el IST de Viña del Mar, aseguran, aún continuaba ejerciendo control sobre la vida del docente y lo visitaba con frecuencia. En uno de esos forzados encuentros, lo habría amenazado de muerte.

"Se excusaba diciendo que era por la custodia de la hija, pero la verdad que no era así. Lo mató por plata, porque su pareja además tenía deudas. Ella quería quedarse con el auto y la casa", dice un residente que prefiere el anonimato. Las especulaciones por las razones del crimen comienzan a proliferar en el barrio.

Lo cierto es que en esa misma casa que tanto anhelaba, la ex pareja de Villegas y su novio concretaron la idea que ya tenían planeada, según relató la fiscalía en la audiencia de formalización en el Tribunal de Garantía de Valparaíso, donde habló de "premeditación".


Lo apuñalaron y lo descuartizaron en su propia cama, según los antecedentes recabados por el Ministerio Público. Winston Yáñez, el vecino más contiguo del profesor que ha recibido innumerables muestras de cariño, especialmente de sus alumnos, sintió un ruido aquella noche del viernes 10 de agosto, algo que este hombre de 73 años se sigue recriminando.

"El presentimiento te lleva a algo más. Sentí un ruido como un palo fuerte. Nunca imaginé mas allá de mi mente que le estaba ocurriendo esta desgracia. Me da impotencia, porque mi sexto sentido falló, no me hizo reaccionar. Pudimos haber hecho algo más. Siento un dolor tremendo, nunca me dijo que lo habían amenazado", revela visiblemente afectado mientras se agacha junto a su pequeño nieto frente a la animita improvisada a las afueras del domicilio del docente.

En el alambrado de la casa cuelgan globos blancos y frases en su recuerdo. En el piso, la cera derretida es el vestigio que dejó la última velatón realizada en su honor, donde el padre de la imputada estuvo presente y rompió en llanto. Él también fue amenazado por su propia hija, según le reveló a la PDI.

"Descanse en paz, profesor Nibaldo"

"Solo queremos justicia para Nibaldo", dice Carolina Cortés, una de las más afectadas con el crimen. Vivía a dos casas de él y fue una de las vecinas que participó exhaustivamente en la búsqueda desde que su hermano Edson realizó la denuncia a Carabineros por presunta desgracia.

"Pasamos frío, hambre y sueño buscándolo, pero no existía cansancio. Siempre tuvimos la esperanza de encontrarlo", agrega con una mezcla de satisfacción y desazón luego de que el torso de su vecino fuera rescatado mientras flotaba frente al muelle Prat en Valparaíso.


"Era tranquilo, respetuoso y caballero. Yo lo veía pasar con la niña, nunca le vi decirle una mala palabra. Nunca tenía problemas con nadie", asegura.

Si no estaba con su pequeña de siete años, estaba enseñando en el Liceo CEIA de Villa Alemana, establecimiento donde impartía clases y era muy querido por sus pares, o bien jugando fútbol en el Trisano, el equipo amateur al que pertenecía.

"Descanse en paz, profesor Nibaldo", reza una de las dedicatorias que cuelgan en la reja de su morada escrita por uno de sus alumnos y que da cuenta del respeto y alegría que les generaba a las personas con quienes compartía día a día.

"Dios hizo que apareciera en el mar"


"El ensañamiento con el que actuaron no tiene palabras. Es inhumano lo que hicieron, pero Dios hizo que apareciera ese cuerpo en el mar", manifiesta Mario Bello, quien apenas lleva dos meses viviendo en el sector y nuevamente le toca estar cerca un hecho de índole similar.

En 2006 residía en Santiago y a pasos de su domicilio en La Pintana en una heladería se quitó la vida Jorge Martínez, el presunto autor del crimen de Hans Pozo. Aún así no deja de sorprenderse con el crimen por el que la pareja quedó en prisión preventiva y con un plazo de investigación por 120 días.


"No es algo que uno quiere vivir de cerca otra vez, más aún teniendo niños pequeños, pero así no más toca", se lamenta.

Este viernes se efectuará el velorio en el pasaje, ceremonia que ya tiene algo adelantado, pues sus vecinos y amigos se han encargado de que siempre alumbre una vela en su honor. A eso se aferran, a una luz de esperanza "para que se haga justicia", dicen, con uno de los crímenes que enluta a Villa Alemana.
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