SANTIAGO.- "Queremos que esta ley ayude a demostrar que en Chile no se toleran las irresponsabilidades, que tienen consecuencias tan trágicas para las personas y que así podamos también evitar estos hechos".
Con estas palabras, la entonces Presidenta Michelle Bachelet promulgaba hace cuatro años el proyecto de ley que aumentaba las penas para quienes, manejando en estado de ebriedad, provocaran daños o la muerte a terceros.
50% Han disminuido las muertes asociadas a la ley
Se trató de la conocida "Ley Emilia", nombrada en honor a la pequeña Emilia Silva, que falleció a los nueves meses de vida luego de que un hombre que conducía con 1,9 gramos de alcohol por litro de sangre impacta el vehículo de sus padres frente a la Municipalidad de Vitacura.
La normativa entró en vigencia un 16 de septiembre, en la víspera de la celebración de Fiestas Patrias, uno de los feriados más mortíferos en lo que respecta a accidentes de tránsito.
El impacto de la medida, tras cuatro años de vigencia, comienza a ser medible.
Disminución "histórica"
Para evaluar la evolución en el número de accidentes asociados a la ley, la Fundación Emilia realizó un estudio sobre el impacto de la legislación, que entregó como principal resultado una disminución en un 50,5% de la cifra de fallecidos por conducción en estado de ebriedad entre 2011 y 2017.
Si en 2011 —año en que se firmó el Decenio de Acción para la Seguridad Vial de la ONU, primera instancia para regular la conducción bajo los efectos del alcohol— se registraron 348 muertes al año, en 2017 esa cifra bajó a 176.
"Es una baja histórica, no hay ninguna ley en términos internacionales que haya logrado bajar esta cantidad de fallecidos en cuatro años de vigencia", asegura la presidenta de la Fundación Emilia, Carolina Figueroa. "Pero esta baja no se sostiene sin políticas públicas que logren mantener la atención en la sanción".
El estudio también arrojó que la variable "alcohol" como factor de accidentes viales disminuyó, debido a que "la gente ha disociado la conducción con el alcohol, porque tienen miedo de caer a la cárcel". Se trataría de una respuesta a una de las penas que contempla la ley: un año de prisión efectiva.
En cuanto los accidentes en sí, la fundación encontró como principales responsables de los siniestros viales asociados al alcohol a los hombres, quienes los protagonizan en el 96% de las ocasiones. Las mujeres sólo alcanzan un 4%.
En general, se trata de hombres entre 18 y 30 años, a diferencia de quienes cometen delitos de siniestralidad vial en general, que suelen ser mayores de 50 años. En cuanto a las víctimas, el estudio muestra que son en un 68% hombres y un 32% mujeres.
