SANTIAGO.- De los 345 municipios que existen en Chile, son 189 los que cuentan con un servicio de reciclaje, lo que equivale a un 55% del total. Así lo reveló el estudio realizado por el doctor (c) en Economía del Suelo por la U. de Cambridge, Nicolás Valenzuela, que será publicado en noviembre en la revista científica Resources, Conservation & Recycling.
Se trata de una investigación que analiza las tasas de reciclaje municipal existentes en Chile y en otros países de Latinoamérica, a las que accedió mediante la ley de Transparencia, debido a que no existen registros oficiales realizados por ningún organismo.
"Me di cuenta de que había mucha falta de datos sobre temas de gestión de residuos en Chile, a pesar de que se aprobó hace casi tres años una ley de fomento del reciclaje y la responsabilidad extendida del productor (Ley REP)", explica Valenzuela a Emol, desde Reino Unido."Empecé a tratar de entender por qué faltaban estos datos y también a tener una mirada más concreta y más rigurosa sobre qué factores había detrás de lo poco que se reciclaba en Chile".
La investigación muestra primero una "mirada general" de cuántos municipios en Chile cuentan con un sistema de reciclaje, donde se constató que se trata de poco más de la mitad de los municipios. "Es impactante, porque en Chile prácticamente dos tercios de las personas dicen que reciclan y el reciclaje es percibido como la mejor manera de aportar al cuidado del medio ambiente y a frenar el cambio climático, pero la realidad es que apenas 1 de cada 2 municipios tiene ese servicio", dice.
Por otra parte, el estudio incluye una mirada más detenida a los municipios que, al momento de realizar la medición en 2018, ya llevaban al menos cinco años con esta práctica. "Eso permite saber cuánto se recicla en los municipios que ya llevan reciclando un rato, y por otro lado descubrir qué factores hacen que se recicle más o menos", expone.
Los resultados tampoco fueron alentadores: el promedio de la tasa de reciclaje de los 42 municipios que llevaban haciendo esta práctica desde 2013 fue de 1,7%, es decir, solo ese porcentaje de la basura que se recolecta llega a ser reciclada. "El reciclaje en Chile es prácticamente cosmético", sentencia Valenzuela.
Las variables que favorecen el reciclaje
La cifra que reveló la investigación, asegura Valenzuela, es "sumamente baja". "En la OCDE, el promedio está en torno al 35%", explica. También hace una aclaración: ese 1,7% corresponde a las municipalidades donde se recicla desde hace al menos cinco años, por lo que existe cierto comportamiento asociado. En el resto del país, la tasa bordea el 0,6%.
En su estudio, Valenzuela incluyó un modelo econométrico que analizó los datos estadísticos de estos 42 municipios que busca analizar cuáles variables pueden influir en el aumento de las tasas de reciclaje, como el tamaño de las comunas, la densidad habitacional, las tasas de pobreza y la frecuencia en la recolección de basura común.
"En Chile el reciclaje es percibido como la mejor manera de aportar al cuidado del medio ambiente y a frenar el cambio climático, pero la realidad es que apenas 1 de cada 2 municipios tiene ese servicio"
Nicolás Valenzuela
Los resultados mostraron que hay tres variables que son significativas para aumentar las tasas de reciclaje. "La primera tiene que ver con qué tan antiguo es el servicio de reciclaje en la comuna: mientras más antiguo, se recicla más", explica Valenzuela. "Es bastante lógico, porque con el paso del tiempo tanto los municipios pueden ir mejorando sus servicios como las personas pueden ir acostumbrándose a separar la basura e informándose mejor".
"Lo segundo es tener reciclaje puerta a puerta y lo tercero es que las comunas que gastan más plata por persona en gestión de residuos, también reciclan significativamente más", añade. Otro fenómeno que pudo observar el investigador es que las comunas que han aumentado sus tasas de reciclaje son aquellas que han tendido a disminuir la frecuencia en la recolección de la basura normal. Esto, dice, tiene su lógica.
"En países de Europa o Asia se disminuye mucho la frecuencia de recolección de las cosas que no van para reciclaje. En algunos casos se hace una vez cada dos semanas, lo cual en Chile sería difícil de considerar, porque el promedio de recolección de la basura normal es de tres veces a la semana", comenta.
La visión de los municipios
Los municipios, por su parte, admiten que existe un déficit. "Efectivamente Chile está atrasadísimo en materia de reciclaje, tanto desde el punto de vista del volumen, como de la cantidad de municipios que tienen políticas sistemáticas de reciclaje, de la calidad del reciclaje que se realiza y de las formas en que se recicla", asegura el alcalde de Independencia, Gonzalo Durán, vocero de la Red de Municipios ante el Cambio Climático.
El jefe comunal explica que cada municipio elige su manera de llevar el reciclaje, ya sea con puntos limpios fijos o móviles, con mecanismos de separación de la basura en su origen o con otro tipo de programa. Al respecto no existe una normativa general.
"No hay un espacio central en el cual se informen los volúmenes y características del reciclaje por comunas que permitan tener una panorámica nacional. De hecho, una de las cosas que nosotros estamos planteando en el marco de la política de cambio climático es generar mecanismos eficientes de medición del impacto de las políticas desplegadas por los municipios en materia de cambio climático, incluido el reciclaje", asegura.
"Chile está atrasadísimo en materia de reciclaje, tanto desde el punto de vista del volumen, como de la cantidad de municipios que tienen políticas sistemáticas de reciclaje, de la calidad del reciclaje que se realiza y de las formas en que se recicla"
Alcalde Durán
Se trata, a su juicio, de un "déficit total y absoluto del municipalismo chileno y del Estado". "Finalmente, la capacidad de los municipios para reciclar tiene que ver en buena medida con factores más estructurales, como la inversión pública que se realiza para disponer de centros de reciclaje o que existan los instrumentos necesarios para resolver el destino final de lo reciclado", explica Durán.
Por su parte, los datos muestran que las estrategias de puntos limpios fijos, que los municipios suelen implementar, "no funcionan para reciclar en serio", dice Valenzuela. "Si es que nos quisiéramos tomar el tema en serio, habría que recolectar puerta a puerta los reciclables y lograr hacer una redistribución de los recursos disponibles para gestión de residuos", comenta.
Eso, junto al objetivo de "hacer que menos basura vaya a los vertederos", son los desafíos que los datos le plantean a las municipalidades. "Lo que uno tiene que intentar lograr es que se reutilicen otros materiales, que menos cosas lleguen a parar a la basura, sea o no sea reciclable. El reciclaje es el último eslabón de una cadena que tiene que partir antes, con repensar los productos y con evitar que las cosas lleguen a parar a la basura", concluye.
