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Sol Serrano apuesta a que colegios seguirán impartiendo Historia: "Será una rebelión ciudadana"

Aunque a la historiadora le "hace sentido" la idea de una malla más flexible para los estudiantes, critica que la razón detrás de la decisión de quitar la obligatoriedad de la asignatura "no ha sido explicitada realmente".

22 de Septiembre de 2019 | 10:36 | Redactado por Consuelo Ferrer, Emol
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Revista Ya (archivo)
SANTIAGO.- "Lo que se está diciendo, aunque no haya sido la intención, es que la historia no es una de las disciplinas fundantes de la formación general. Todas las disciplinas desarrollan el pensamiento crítico, pero la historia particularmente, ya que es la única que trata al ser humano en el tiempo, donde la temporalidad es la sustancia de su saber".

Son las palabras de la destacada historiadora y recipiente del Premio Nacional de Historia 2018, Sol Serrano, quien visitó la ciudad de Concepción para participar de una serie de actividades con estudiantes de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (USCS) y aprovechó la instancia para comentar el cambio curricular que experimentarán los establecimientos a partir de 2020.

En su paso por la Región del Biobío, la historiadora repasó un tema más amplio, que ha sido central en sus últimas publicaciones: el desarrollo histórico de la educación en Chile. "Creo que han habido distintas posiciones, y cuesta distinguir o comprender cuál es la diferencia o cómo se dialoga entre los proyectos políticos (...) y las consecuencias técnicas de los diversos proyectos", asegura.

En conversación con el diario El Sur, Serrano se apresura en aclarar que le parece "perfectamente legítimo" que cada coalición política tenga su propio proyecto. "Para algo ha sido escogido cada gobierno", dice, pero afirma que "ahí ha habido cierto desentendimiento" que se refleja en materias que hoy siguen en debate. Serrano habla sobre gratuidad, feminismo y el estudio de la historia.

"De aquí en adelante habrá más paridad"


En 2018, se vivió en las universidades un gran movimiento feminista, que todavía tiene ecos en algunos planteles, los que hoy se plantean una manera de contener el abuso e integrar una perspectiva de género. El mismo año, Serrano fue la primera mujer en recibir el Premio Nacional de Historia.

"Lo que hay son los residuos del pasado: el cambio de conducta ya está. Creo que de aquí en adelante habrá más paridad y aparecerán denuncias sobre el pasado, que hemos tenido tantas y han sido unas bombas. Cada vez más mujeres se atreverán a hacerlo, por lo que tendremos un buen rato de descubrir un pasado bastante tremendo", comenta.

"Hemos tenido tantas (denuncias) y han sido unas bombas. Cada vez más mujeres se atreverán a hacerlo, por lo que tendremos un buen rato de descubrir un pasado bastante tremendo"

Sol Serrano
Ese cambio, asegura, "en los jóvenes ya se nota", y cree que las metas, como la paridad en las contrataciones, demorarán como procesos. Este año, por primera vez una mujer fue elegida rectora de un plantel de forma democrática, para lo que considera que "es clave la incorporación previa de mujeres en estos procesos".

Serrano apunta a una crítica común que el feminismo ha hecho a la estructura jerárquica académica: las mujeres acusan desigualdad de condiciones para ascender en la carrera y por ello, aseguran, tienen más dificultades incluso para acceder a la opción de concursar por esos puestos.

Ahí es donde, dice Serrano, hay que trabajar, desmitificando la idea de que se pide llegar a la rectoría "por el simple hecho de ser mujer". "Eso pasa primero por la preocupación de que las mujeres ingresen a un ejercicio de la práctica de ejercer el poder", señala.

"Estamos sacándonos la suerte en solitario"


Una de las grandes críticas que la historiadora hace a la educación superior es la política de la gratuidad. "Yo la critico en parte por el tema de que puede afectar muy seriamente la calidad, en la medida en que los aranceles no tienen que ver con lo que cuesta la universidad, y eso significa bajar la calidad si no puedes pagar", asegura.

Para la historiadora, la preocupación es que "si no hay financiamiento estatal o arancel equivalente", la brecha se cubra "bajando la calidad"

"Mi preocupación es que si no hay financiamiento estatal o arancel equivalente, esa brecha se tendrá que cubrir bajando la calidad, y ahí sí que estamos sacándonos la suerte en solitario", añade.

Para ella, lo más importante es que "esta política no redistribuye y es regresiva socialmente". "En la historia de Chile y en el sistema educativo, los sectores con mayor capacidad de presión siempre han logrado más (...) El debate ideológico fue más fuerte que la presión política o una política de generar igualdad social", opina.

La historiadora no se anima a afirmar si la política fue "un error", pero sí critica aspectos que todavía no se han resuelto, como "el tema de quién va a pagar los años que no cubre la gratuidad, si el Estado o las universidades". "Pero igual estamos sacando para los universitarios más recursos que para el resto del sistema, que es lo que yo no comparto", asegura.

Cambios en Historia: Fue un "proceso político"


En "el resto del sistema", el debate es otro. En mayo se dio a conocer la decisión del Consejo Nacional de Educación (CNED) de quitar la obligatoriedad de la asignatura de Historia en 3° y 4° medio. La decisión ha sido ampliamente criticada por diversos sectores de la sociedad, ha pesar de que el Ministerio de Educación ha afirmado que los contenidos no se perderán y que serán incluidos en otros cursos, así como en el nuevo ramo de Educación Ciudadana.

"No estoy de acuerdo, porque todo currículo tiene una cantidad de horas fijas y hay que tomar las opciones, que también son restringidas. La razón por la que se sacó Historia y no otra asignatura no ha sido explicada realmente", comenta Serrano sobre la decisión, y asegura que los contenidos no se han tocado en la construcción de la asignatura de Educación Ciudadana.

A pesar de sus críticas, la historiadora no desestima del todo la intención. "En principio, sin ser curriculista ni educadora, me hace sentido", dice, asegurando que la idea de que sea "un currículo más flexible para los estudiantes" tiene lógica. "No estoy en contra de la reforma curricular, sino específicamente de lo que pasó con Historia. Y si fue un proceso que siguió su cauce legal y concluyó aquello, ese es el proceso político", añade.

"Otro tema que es interesante es que los colegios pueden no asumir este currículo y pueden sí mantener historia como obligatoria", agrega Serrano. "Creo que es lo que va a pasar. Creo que la mayoría optará por mantener historia, y eso sería una gran rebelión ciudadana".
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