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Cómo es el día a día de las personas con discapacidad en una ciudad afectada por los destrozos

Ascensores del Metro cerrados, veredas con obstáculos, cambios de ruta y semáforos sin funcionar son algunas de las situaciones que impactan en ese segmento.

19 de Noviembre de 2019 | 08:19 | Por Natacha Ramírez, Emol
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Los ascensores, indicaciones en braille y personal de asistencia hacen del Metro un "ícono de inclusión".

El Mercurio (Imagen referencial)
SANTIAGO.- Dificultades en el transporte, semáforos y señalética destruida, cortes de tránsito, cambios de ruta. Si a las personas en general les ha complicado la alteración de la ciudad luego del estallido social, para quienes están en situación de discapacidad el impacto ha sido mucho mayor.

"Esto ha sido como retroceder 20 años en el país en inclusión, en ser una ciudad inclusiva", afirma el doctor Milton González, Director Médico Nacional de Teletón. "Si pensamos en la discapacidad como el equilibrio entre las condiciones funcionales del individuo y las facilidades o barreras de su entorno, si alguien tenía un nivel de discapacidad 2, al haber aumentado las barreras del entorno, la discapacidad ahora es 10 (...) Debemos haber bajado cien puestos en el ranking de ciudades inclusivas", agrega.

"Esto ha sido como retroceder 20 años en el país en inclusión, en ser una ciudad inclusiva"

Dr. Milton González, Director Médico Teletón
Una de las situaciones que más les ha afectado son las alteraciones en el funcionamiento del Metro, que el doctor González califica como "un ícono de inclusión", por ser accesible y cómodo para las personas con movilidad limitada.

"El otro día tuve que ir al dentista en Providencia y me tuve que bajar dos estaciones más lejos y devolverme rodando por la calle, porque en la estación que me servía, el ascensor estaba quemado. Si voy a Santa Lucía, tengo que bajarme en Católica, llamar desde el andén y pedir que la jefa de estación abra el ascensor especialmente para mí. Pero si hay manifestaciones, el ascensor no se abre y me tengo que ir a Salvador, y de ahí devolverme", relata Daniela Zapata (31 años), quien se traslada en silla de ruedas debido a una paraplejia.

Jeremy Rojas (22 años), quien padece mielomeningocele –afectación a la espina bífida que le impide caminar–, también se ha visto complicado: "Antes me trasladaba siempre en Metro para ir a Teletón o a trabajar y no tenía problemas, porque estaba todo accesible, y después de todo esto, ya no queda ningún ascensor, ahora me complica el traslado".

"La gente te ve con bastón y es amable y te trata de ayudar, pero como está la situación, todos quieren tomar colectivo, todos quieren tomar micro, difícilmente me van a dar una prioridad"

Claudia Cabrera, usuaria con baja visión
El Metro también es fundamental para las personas con discapacidad visual. "A ellos les da mucha seguridad el Metro, es muy amigable para los ciegos, porque cuentan las estaciones, aprenden a bajarse, tiene braille en los pasamanos y hay personas que los asisten. En cambio la micro para ellos es súper difícil, no saben cuál tomar, se les pasa", comenta Daniela Osorio, encargada del Programa de Rehabilitación de "Fundación Luz", que atiende a personas con discapacidad visual de distintas edades, enseñándoles desde técnicas para orientarse y desplazarse, hasta capacitación laboral y apoyo psicológico.

Braille y contar las estaciones: La importancia del Metro para los ciegos


"Yo usaba el Metro habitualmente para trasladarme. En los ascensores los números están con braille. Al llegar al Metro hay caminos que te indican donde enrielarte con el bastón y llegar hasta cierto punto, la línea amarilla en el andén tiene unas cositas redondas que indican que debemos detenernos. Y hay asistentes de andén que están capacitados, son amables, me dejan dentro del Metro, piden el asiento para mí", cuenta Claudia Cabrera (40), quien tiene baja visión por una miopía severa degenerativa.

Por eso le complica que el servicio hoy no esté funcionando de manera normal. "A mí me ha afectado, porque yo me habitué a un recorrido, yo sé cuál es mi ruta, que tengo que caminar ciertas cuadras, voy a llegar a la avenida principal, y estoy acostumbrada a usar el Metro", relata Claudia, quien asiste a la "Fundación Luz".

A la alteración del Metro, se agrega que al haber más congestión y demanda por transporte público "si a la mayoría le cuesta acceder a un bus en horario peak, a una persona en situación de discapacidad le va a costar el doble", advierte el doctor González. Eso lo corrobora Claudia. Dice que "en general, la gente te ve con bastón y es amable y te trata de ayudar, pero como está la situación, todos quieren tomar colectivo, todos quieren tomar micro, para llegar a sus trabajos, difícilmente me van a dar una prioridad".

Pero no sólo el transporte los afecta, sino el estado en que se encuentra la ciudad, ya que en varios lugares hay escombros, barricadas, semáforos que no funcionan y cruces señalizados para personas con discapacidad que no están disponibles.

"En ocasiones, tengo que irme por la calle, porque las veredas están con escombros; o como están tapando los vidrios de los edificios se comen un pedazo de vereda y no hay espacio por donde yo pueda pasar. Son detalles que una persona que camina no los ve"

Daniela Zapata
"No hay casi semáforos, yo me tiro igual, apelo a la voluntad y a la buena onda de que (los autos) van a parar, pero igual da miedo", reconoce Daniela Zapata. Cuenta que "en ocasiones, tengo que irme por la calle, porque las veredas están con escombros; o como están tapando los vidrios de los edificios se comen un pedazo de vereda y no hay espacio por donde yo pueda pasar. Son detalles que una persona que camina no los ve".

Otro factor que se magnifica en las personas con discapacidad es el temor a salir a la calle, quedar expuesto a una situación de peligro y no poder manejarla. "Como mi visión está súper deteriorada, el miedo que me da es encontrarme en una escena de conflicto, ir caminando y que salga gente corriendo, disparando balines, me he pasado toda la película", dice Claudia Cabrera. "Me da inseguridad, porque los caminos no están muy buenos, puede haber una piedra y no verla, o si tengo que correr, no puedo", explica Jeremy.

Inseguridad y pérdida de autonomía


La consecuencia de todo esto es que las personas en situación de discapacidad pierden autonomía, confianza y dejan de salir, confinándose en sus casas. "Si no hay una alguien que los pueda trasportar o acompañar, o tener que pedirle favores a terceros, se quedan en la casa; entonces una persona que previamente era autónoma, que se manejaba independiente por la ciudad, queda dependiendo de alguna otra persona pueda trasportarla. Así que muchos chiquillos terminan quedándose en las casas", señala el doctor González.

Eso le ha ocurrido a Daniela Zapata, quien además de trabajar, es basquetbolista y bailarina de salsa, por lo que suele trasladarse a distintos lugares durante el día. "Yo soy totalmente independiente y autónoma para todo. Estoy todo el día afuera, entre que salgo a mi casa, voy a ensayar, a trabajar, a entrenar, ando todo el día en micro y en Metro, y desde que empezó el movimiento estoy en mi casa, parada, no puedo hacer nada", comenta.

"El Metro es muy amigable para los ciegos, porque cuentan las estaciones, aprenden a bajarse, tiene braille en los pasamanos y hay personas que los asisten. En cambio la micro es súper difícil, no saben cuál tomar, se les pasa"

Daniela Osorio, encargada "Fundación Luz"
Cuenta que ha ido a todas las marchas y está "súper de acuerdo con las manifestaciones", incluso es de la idea de que "si tengo que pagar el pato y retroceder 10 años por no tener transporte, lo asumo, siempre que tengamos alguna mejora". Pese a eso, dice que "me encantaría que dejaran de destruir, y no por los empresarios, sino porque esa destrucción a quienes más afecta es a los tenemos problemas de movilidad".

En la "Fundación Luz", la encargada del programa de rehabilitación, Daniela Osorio, cuenta que los usuarios también han dejado de asistir debido a estas dificultades. "Ha sido drástico, todos los que usaban Metro dejaron de asistir, unos me decían que estaban aterrados, algunos tuvieron crisis de pánico, pánico a salir de nuevo", señala.

Eso le pasó a Claudia Cabrera, quien trabaja como administrativa y se estaba capacitando en el uso de un sistema operativo para personas con discapacidad visual, pero hace un mes dejó de ir. "Cuando pasó todo esto, me vino un pánico, estuve con estrés y con unos días de licencia, porque no sabía cómo enfrentar esa situación, porque tú te ves vulnerable. Yo me retraje de salir, porque me da miedo tener que cambiar mi ruta, y momentáneamente tuve que dejar la capacitación, hasta que vuelva todo a la normalidad".

Daniela Osorio hace ver que, en las personas con discapacidad visual, "el trabajo más potente va a ser recuperar la confianza", pues explica que, al perder la visión, pasa mucho tiempo antes de que se atrevan a volver a salir de su casa. "Imagínate, una persona que estuvo un año sin salir por miedo a caminar sola en la calle, que ese miedo se le estaba quitando, y ahora tiene el doble de miedo, entonces va a ser como partir de cero, lo que se había avanzado se perdió, va a ser un trabajo largo".

El Director Médico de Teletón afirma que "de alguna manera, las personas en situación de discapacidad han perdido parte de los derechos y beneficios que habían alcanzado, previo a la destrucción de la infraestructura pública", y sostiene que "como sociedad, cuando pensemos en la reconstrucción, hay que tener una especial preocupación por ellos; porque si la población en general va a ver alterada su vida en los próximos años, las personas en situación de discapacidad la van a ver alterada mucho más".
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