EMOLTV

ediciones especiales

El aprendizaje que comenzó con el terremoto del 27F: Diez años de Desafío Levantemos Chile

Con más de 1.100 proyectos y 1 millón de personas beneficiadas, desde Arica a Puerto Williams, Desafío Levantemos Chile, una ONG que nació en 2010, hoy conmemora su aniversario. A través de un repaso de los hitos más relevantes de su historia, se prepara para continuar resolviendo problemáticas sociales en el país, y el mundo.

27 de Febrero de 2020 | 06:01 | Por Equipo de Ediciones Especiales Digitales
imagen
Hace diez años, luego del terremoto del 27F, Felipe Cubillos acudió en ayuda de las personas afectadas en las localidades de Iloca y Duao, en la región del Maule. Este hecho es reconocido como el hito fundacional de Desafío Levantemos Chile, una organización no gubernamental que busca ser un puente entre quienes necesitan ayuda y quienes quieren ayudar.

"No existe nada más solidario que ser eficiente", recuerda Nicolás Birrell, director ejecutivo de la ONG, que decía su fundador. "Ese es el lema que nos dejó Felipe y por el que intentamos crear un Chile cada día más equitativo y de mayores oportunidades", comenta.

En esta década de trayectoria, la fundación ha realizado más de 1.100 proyectos y ha beneficiado a 1 millón de personas. Comenzaron con el terremoto y tsunami de 2010, luego los megaincendios de Valparaíso en 2014 y los aluviones en Copiapó ese mismo año. Además del terremoto y tsunami de Coquimbo en 2015, seguido de los incendios forestales en 2017, y aluviones también en 2017.

En suma, han asistido en 15 emergencias nacionales y cinco internacionales, entre las que figuran: el tifón Huayán en Filipinas en 2013, los terremotos en Ecuador en 2016 y en México en 2017, los aluviones en Perú en 2016 y 2018, y los huracanes Irma y María en Puerto Rico en 2017.

27F: El hito fundacional


Luego del terremoto del 27 de febrero de 2010, Felipe Cubillos, fundador de Desafío Levantemos Chile se acercó a las costas de la región del Maule. Allí, buscando a algún dirigente, se encontró con Miguel Ángel Correa, o "Juancho", presidente de uno de los sindicatos de pescadores de la caleta.

"Los pescadores ya teníamos el catastro de las embarcaciones que nos faltaban y estábamos en shock por lo que había pasado en nuestras casas, por cómo había quedado la caleta, no sabíamos por dónde empezar", recuerda Correa.

Fue así como, con ayuda de Cubillos, comenzaron a arreglar algunos botes, a revisar lo que podría servir y lo que no. En paralelo, según Correa, Cubillos consiguió un par de motores para que pudieran volver a salir a alta mar.

"Empezamos de nuevo, nos turnábamos entre los compañeros. Fue todo tremendo, pero el apoyo, y contar los implementos para trabajar fue algo muy positivo para nosotros, que no teníamos redes, nada".

De acuerdo a Correa, la ONG realizó un trabajo importante en la zona, en la reconstrucción de casas y restaurantes. "Fue una experiencia muy bonita, la fundación es creíble y está en todas partes prestando apoyo", declara.

Refuerzo emocional y esperanza


El 25 de enero de 2017, es una fecha que María Agüero, recuerda bien, pues el sector de Santa Olga, donde reside, en la comuna de Constitución, sufrió las consecuencias de un megaincendio forestal que arrasó con más de 1.200 casas. "No quedó nada, ni una cerca, ni un árbol frutal. Nada", dice.

Tras el siniestro, Agüero perdió su casa y, junto a su familia, pasaron meses quedándose en otra parte. "Igual me cuesta recordar, porque en esas circunstancias veíamos todo en el suelo y cuando llegaron de Desafío, llegaron a prender una lucecita de esperanza", cuenta.
Agüero se emociona y, en medio del ruido de las máquinas de coser de fondo del taller de costuras que dirige en Constitución, toma aire y continúa: "No fueron del gobierno, ni de ninguna otra institución y cuando nos dijeron que nos iban construir casas, nunca pensamos que iba a ser las que nos entregaron".

Se refiere a una de las 27 casas que construyó la fundación en El Progreso de Papalillo, en Santa Olga, la primera villa sustentable en Chile. El proyecto que incluye paneles solares, termocalefactores, centros de reciclaje y mecanismos para reutilizar aguas grises. Éste, formó parte de la intervención de la ONG en 54 comunidades de la zona centro sur de Chile, donde además de reconstruir 300 casas, levantaron un complejo educacional de 4 mil metros cuadrados para más de mil estudiantes y realizaron una reforestación con más de 200 mil especies nativas.

“Son casas bonitas, amobladas, son sustentables y como este es un sector rural, y la gente tiene trabajos temporales, para nosotros es significativo ahorrar luz y agua”, relata.

Además de la ayuda material, Agüero destaca el apoyo emocional de los voluntarios y voluntarias de la fundación. “En ese momento lo único que queríamos escuchar era algo positivo y nos decían que teníamos que echarle para adelante”, sentencia.

El "terremoto social"


Según explica Birrell, "el mayor terremoto es el 'terremoto social', que se manifiesta en la pésima calidad de la educación pública en Chile, en la infraestructura y modelo educativo; también en la salud, con el panorama de listas de espera; en el poco fomento al emprendimiento, a la cultura y al deporte; lo que se vive en el Sename y la altísima tasa de vulnerabilidad en la Araucanía".

Esto, a su juicio, se refleja también en Chile post 18 de octubre. "Creemos que el estallido social produjo una fractura enorme, por eso hemos ayudado a más de 600 pequeños comerciantes a lo largo del país. Además, creamos un observatorio social para entregar propuestas en políticas públicas y seguiremos creando puentes de ayuda", declara.

Según Birrell, "cada vez que construimos un colegio, o un jardín infantil, o cuando terminamos un operativo médico, uno dice 'este trabajo nos llena de sentido y propósito', lo que te inspira para seguir con más convicción".

"Cada vez que construimos un colegio, o un jardín infantil, o cuando terminamos un operativo médico, uno dice 'este trabajo nos llena de sentido y propósito', lo que te inspira para seguir con más convicción"

Nicolás Birrell
Lo vio en 2015, cuando recién asumía su cargo. "Llegamos a Paipote, Copiapó, y allí un grupo de pescadores de Iloca fue a ayudar por su cuenta, ellos se pagaron los pasajes. Es emocionante cuando las personas que ayudamos se vuelven parte del círculo virtuoso", expresa.

La contribución de la ONG al país, ha sido "mostrar que con convicción, profesionalismo y empatía es posible hacer un cambio en términos de equidad”, dice. "Eso es lo que buscamos contagiar, a través de un modelo de triple impacto sostenible".

A raíz de lo anterior, Desafío ha diversificado sus frentes, involucrándose en la eliminación de listas de espera en oftalmología y artrosis de cadera y rodilla, en todo Chile; también ha intervenido 50 centros del Sename, mejorando la infraestructura de centros, capacitando a educadoras , y potenciando habilidades de niños y niñas.

Además, organiza el Concurso "Desafío Emprendedor" junto al Banco de Chile. En 2019, el ganador fue “Verde Puro”, un emprendimiento de shots de clorofila a base de brotes de trigo, creado por Soledad Aburto. "Es una gran iniciativa, fue muy gratificante, sentimos que el proyecto se validó a gran escala", dice.

En el marco del aniversario, Nicolás Birrell, reconoce que queda trabajo por delante y, tal como se plantearon luego del accidente en Juan Fernández, tras el que perdieron a seis compañeros, incluido su fundador, "seguimos haciéndonos parte de las soluciones a problemas sociales, desde la empatía, integrándonos en las comunidades y sin imponer recetas".
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?