"Nuestro país y nuestras vidas no volverán a la antigua normalidad por mucho tiempo. Tendremos que aprender a vivir en una nueva normalidad", dijo este domingo en cadena nacional el Presidente Sebastián Piñera, advirtiendo a los chilenos sobre la nueva fase a la que entrará el país debido al avance del coronavirus en Chile.
Con ello, el Mandatario se refirió a una forma distinta de relacionarnos y de reiniciar algunas actividades conviviendo con la emergencia, la cual de acuerdo a la autoridad sanitaria está llegando a un punto de control en el cual es posible pensar en reuniones de cuatro personas con distanciamiento físico o en el retorno al trabajo presencial.
Sin embargo, el término -que fue acuñado antes por el
canciller de Austria, Sebastian Kurz, quien a partir del lunes pasado comenzó a hablar de una "nueva normalidad" al levantar las medidas de confinamiento y permitir la reapertura de espacios públicos-
no genera consenso total en nuestro país.
De hecho, el alcalde de Renca, Claudio Castro, cuestionó el mensaje transmitido por Piñera y comentó en radio Cooperativa que "la normalidad es un concepto que (...) no es muy feliz y que genera y evoca una serie de cosas".
"Hay gente que no quiere volver a la normalidad, ya sea por la situación social o la sanitaria y hay mucha gente que tampoco puede volver a la normalidad", añadió, señalando que, a su juicio, "es mucho mejor hablar de una nueva realidad".
Según Castro, "el Gobierno en eso ha ido errando, ha ido señalando prácticamente a diario lo que ellos entienden como nueva normalidad, y finalmente terminamos hablando de las discrepancias en el ámbito de educación, sanitario, la reapertura de comercio".
Análisis lingüístico
Una mirada distinta planteó el presidente de la Sociedad Chilena de Lingüística, Pedro Alfaro, quien expresó que la normalidad "es un concepto de orden estadístico que tiene que ver con la media, con el promedio y lo que usualmente ocurre. Ese es su origen y eso después se usa cotidianamente o se tiende a asociar a algo bueno".
"De hecho, por eso se considera la palabra normalidad muchas veces como discriminatoria, cuando se dice que un niño es normal versus uno con capacidades cognitivas especiales. Hay un tema complejo, porque es una palabra muy polisémica y la podemos utilizar en muchos sentidos, como algo bueno, regular", explicó.
En esa línea, el experto indicó que "
parece que lo que está haciendo el Presidente es explotar el sentido positivo, a esto de estar en una situación inesperada y negativa como la que estamos viviendo, le esta dando un valor connotativo -independiente del significado estable que uno pudiera encontrar en un diccionario-, de algo positivo".
"Además habla de lo nuevo y siempre tenemos la idea de lo nuevo como algo bueno. Entonces, esta nueva normalidad es una nueva forma, pero positiva. Eso se contrapone un poco con la idea del triunfalismo, él quiere regular un poco y está metiendo un mensaje subliminal, porque en vez de decir que está todo bien y que hay que evitar triunfalismos, pero vamos a una nueva normalidad que implica algo positivo, lo dice algo escondido", enfatizó.
Consultado sobre si cree que está bien usado el término, Alfaro sostuvo que "en este caso, lo que está haciendo es escoger muy bien las palabras y su discurso, él siempre se sale del guión, pero en este caso está ajustado a lo que tiene que decir, está tratando de buscar conceptos que nos tranquilicen".
En cuanto al vínculo de la "nueva normalidad" a la crisis social, el académico manifestó que "con el estallido el discurso del Gobierno era volver a la normalidad, que era el aquí no ha pasado nada. En cambio, esta crisis que va más allá de lo político, es como el nuevo pacto del que antes se hablaba y que La Moneda desconocía hablando de la normalidad".
"En cambio ahora, asume que cuando salgamos de esto vamos a estar en otro escenario. Entonces, creo que lo que demuestra es que antes se desconocía que había un cambio radical en nuestra realidad social y política, y ahora al decir que hay una nueva normalidad hay un reconocimiento de que las cosas no van a ser iguales", recalcó.
A su juicio, "hablar de nueva realidad es enfrentar un escenario muy desconocido, en cambio, al decir nueva normalidad, lo que está haciendo es enfrentarnos a algo conocido pero distinto, por eso el matiz. Decir nueva realidad es que cambio todo y eso asusta mucho".
"Con nueva normalidad apunta hacia el futuro y no hacia atrás. Cuando en el estallido hablaba de volver a la normalidad era ir hacia lo que éramos antes, ahora apunta a algo nuevo, algo que va a ser diferente, pero que va a ser normal".
Eirini Chatzikoumi, lingüista
En tanto, la académica de la Universidad Católica de Valparaíso y máster en en tecnologías del lenguaje de la Universidad de Atenas,
Eirini Chatzikoumi, comentó a este medio que "cada palabra siempre se usa en un contexto y en el contexto de Chile es obvio que se iba a hacer la conexión con el uso de la normalidad con el estallido social, porque acá se están solapando dos crisis".
"Eso debiera haberlo previsto el Presidente. Por lo visto, sí lo previó y por eso habla de una nueva normalidad, para no evocar la normalidad del estallido social. Ahora, no sabemos hasta qué punto eso fue intencionado y si pensó en las repercusiones que comentó el alcalde de Renca, entonces puede considerarse una falta de juicio o que no tomó en cuenta estas repercusiones", agregó.
Sobre si es correcto el uso del concepto, Chatzikoumi aclaró que "no se trata de decir si es correcto o no, si se quiere llegar a un consenso mediático o político sobre cuál es el término más adecuado se podrían contemplar alternativas como el de la nueva rutina".
"Hay que ver de dónde vienen estos términos, si vienen de los políticos, de la propia gente, y podrían coincidir varias propuestas hasta que una termine usándose más y gane terreno. Al final, el público y los medios van a determinar cuál va a prevalecer", detalló.
En cuanto al objetivo de Piñera, subrayó que "con nueva normalidad apunta hacia el futuro y no hacia atrás. Cuando en el estallido hablaba de volver a la normalidad era ir hacia lo que éramos antes, ahora apunta a algo nuevo, algo que va a ser diferente, pero que va a ser normal".
"Con eso alude a que nos tenemos que acostumbrar y aprender a vivir de otra manera, el término nueva normalidad engloba lo que quiere promover Piñera, que hay que acostumbrarse a una nueva manera de vivir. Evoca al estallido, pero ahora miramos hacia adelante", concluyó.
