Con la fecha diferida por las jornadas de protesta de 2019 y las manifestaciones que imposibilitaron la rendición de pruebas en 62 sedes, el CEP evaluó las consecuencias del estallido social en la PSU 2020, revelando, entre otros aspectos, que la no rendición de la prueba subió 86% en comparación con el año anterior, siendo los alumnos más vulnerables los más afectados.