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¿Cómo entender el 80% de efectividad para prevenir la muerte por covid-19 de la vacuna de Sinovac?

La cifra otorgada por el estudio del Minsal es menor a la que entregó el Instituto Butantan en enero, la que llegaba a un 100%. Dentro del grupo de analizados, 54 de los 2,5 millones de vacunados con más de 14 días desde la segunda dosis falleció por el virus.

16 de Abril de 2021 | 14:01 | Por Consuelo Ferrer, Emol
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AFP
En un mundo ficticio donde toda la población del país hubiera estado vacunada el día en que se registró el primer caso de covid-19 en Chile, las muertes hubieran sido 4.984 en vez de 24.923 y el total de casos sintomáticos habría llegado a 259 mil en lugar de 787 mil. Eso, al menos, es lo que afirma el estudio de efectividad de la vacuna de Sinovac que presentó este viernes el Ministerio de Salud, que mostró que la fórmula es capaz de evitar el 80% de las muertes y el 67% de los enfermos de covid-19.

El análisis muestra además que el riesgo de ser hospitalizado cae en un 85% y el de ser internado en Unidades de Cuidados Intensivos baja en un 89%, lo que despertó curiosidad en la población al tratarse de cifras más altas que la entregada para la reducción de la mortalidad. En una conferencia de prensa, el doctor a cargo de la investigación, Rafael Araos, explicó que el fenómeno de los decesos tiene "más incertidumbre" porque se trata de "un evento tardío". "Al cortar a los dos meses el seguimiento hay un grupo importante de gente que todavía está en la UCI y que quizás —no lo sabemos— puede fallecer", dijo.

¿Cómo interpretar, entonces, la efectividad para reducir las muertes? "Lo que podemos decir, simplemente, es: si todos nos vacunamos —asumiendo que la gente se moriría en la misma proporción en los meses siguientes— se van a morir solo 20 personas en vez de 100. Es decir, un 80% menos de la gente", explicó Araos.

El estudio no entrega una cifra de las muertes que se evitaron durante el periodo del análisis ni de las enfermedades que tuvieron un desenlace fatal en el mismo tiempo, sino que calcula mediante un modelo matemático el riesgo que existe frente a la muerte por covid-19. Esto se hace siguiendo a un grupo de población vacunada, a otro compuesto por personas parcialmente vacunadas y a otro sin ninguna dosis. Para este proceso, se consideró un total de 10,5 millones de personas afiliadas a Fonasa.

El 80% de efectividad para la mortalidad sorprendió además porque el estudio realizado por el Instituto Butantan en Brasil hablaba de la prevención del 100% de los decesos. "Eso es un estudio preliminar donde hubo 9 casos de personas que fallecieron dentro del grupo placebo y cero en el grupo datado, y con un seguimiento cortito. Era bien probable que en escenarios de vida real, donde no hay criterios de exclusión como los hay en un ensayo clínico, esta situación cambiara", contestó Araos.

527 de las 1.5 millones de personas vacunadas con una sola dosis dentro del estudio fallecieron por covid-19 y 1.069 de las 6,5 millones sin inmunizar también

"Nosotros partimos vacunando a gente mayor de 90 años, que tiene una probabilidad de morir muchísimo más alta que la que tiene cualquier persona que haya participado en el estudio clínico, por lo tanto siempre es esperable que los resultados en la vida real sean inferiores en alguna magnitud al resultado de un ensayo clínico, sobre todo cuando se tiene un n —tamaño de la muestra— que no es tan grande como uno esperaría", agregó.

El estudio fue ajustado por criterios como edad, sexo, comorbilidades, región de procedencia y nivel de ingresos, por lo que los datos están ponderados. Al mirar directamente el desenlace experimentado por el total de participantes del estudio, se puede evidenciar que la muerte existió en un pequeño porcentaje de la totalidad de la población vacunada hace más de 14 días con dos dosis: fallecieron 54 de los 2,5 millones de participantes del estudio completamente inmunizados.

Por otra parte, 527 personas de las 1.5 parcialmente vacunadas terminaron en resultado de muerte y 1.069 de los 6,5 millones de no vacunados tuvieron desenlace fatal. Las cifras, advirtió Araos, no sirven para hacer cálculos de probabilidades, pero entregan luces sobre cómo baja la incidencia de la mortalidad dentro de la población que termina correctamente su esquema de vacunación.
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