Uno de los temas que ha levantado mayor preocupación en medio de la pandemia del covid-19 ha sido el de la salud mental. Según distintos estudios realizados durante la emergencia sanitaria, el aislamiento obligado por las cuarentenas provocó un alza de casos en una serie de patologías como depresión o trastornos alimenticios o del sueño.
En ese contexto, los candidatos presidenciales de los bloques que participarán en las primarias legales del próximo 18 de julio han incluido una serie de propuestas en sus programas de gobierno para abordar esta materia, enfocadas en crear programas de acompañamiento o en destinar mayores recursos para atender a la población.
Uno de los primeros en tratar este tema fue el candidato presidencial del Frente Amplio (FA), Gabriel Boric, quien ha colocado a la salud mental como uno de los puntales de su campaña con un "plan de recuperación" que consta de ocho ejes con los cuales a su juicio se podrá enfrentar los efectos del encierro pandémico en la ciudadanía.
En el primero de ellos, el abanderado propone aumentar la cobertura y reforzar el programa de acompañamiento psicosocial en los Centros de Salud Familiar "con más recursos, aumento de profesionales y cobertura universal" y la implementación de "equipos de tratamiento asertivo comunitario" que sean multidisciplinarios.
En el texto, también incluyó la importancia de crear "facilitadores en salud mental en establecimientos de educación" para acompañar a niños y adolescentes que se hayan visto afectados por la pandemia y reformular y fortalecer el programa "Habilidades para la Vida" para promover estrategias de autocuidado y prevención de riesgo.
El diputado sumó además un punto dedicado a medidas para enfrentar el duelo de las familias que sufrieron pérdidas producto del virus, otro para crear grupos de ayuda mutua, mayor preocupación por la salud mental de los equipos de salud y un aumento de presupuesto con un costo de $612.362.436 para el 2025.
El candidato del PC señaló en su programa la necesidad de elaborar "una nueva ley de salud mental con participación ciudadana. Que a la base sea constitutiva de los tratados vigentes de los DDHH, con un enfoque de determinación social, promocional, preventivo y participativo".
Asimismo, plantea la importancia de "mejorar el presupuesto de Salud Mental, ampliando el presupuesto en salud mental de un 2.2% a un 3.4% del presupuesto general de salud al primer año de gobierno" e implementar una estrategia interministerial para diseñar planes de promoción, prevención y participación en la materia.
Jadue también propone elaborar un plan de difusión de programas promocionales y preventivos de la salud mental (obligatorio y de carácter oficial en los medios de comunicación) y la integración de terapias complementarias como la acupuntura, reiki, terapias florales, círculos comunitarios y tratamientos con hierbas medicinales.
También señala la creación de un programa de trabajo comunitario enfocado a la reparación de las "personas afectadas por la violencia institucional post revuelta social y post pandemia" y mejorar las condiciones contractuales, de capacitación, de contexto físico cuando corresponda en los/as trabajadores de la salud mental, entre otras.
El abanderado de la UDI tiene ocho ejes relativos a la salud mental. El primero de ellos es incrementar el porcentaje del actual presupuesto de salud para acciones de promoción, prevención y tratamiento de las enfermedades mentales y el segundo el fortalecer los programas de promoción de la salud a nivel comunal.
En el punto tres, el ex alcalde propone avanzar en la integración de diversas entidades del Estado para proponer acciones concretas para la promoción, prevención y tratamiento de las enfermedades mentales. En el siguiente, plantea "cerrar brechas de las coberturas de salud mental con las coberturas de otras patología".
El programa incluye también el entregar herramientas de promoción y prevención de patologías en salud mental en los colegios, como una aplicación móvil que permita establecer un sistema de alerta temprana para prevenir el bullying al interior de los establecimientos y crear una ley de salud mental.
Finalmente, el candidato gremialista busca potenciar el acceso a atención de salud mental mediante canales remotos, aumentar los recursos para consultorías en Salud Mental, la utilización de inteligencia artificial para tratar estas enfermedades y la creación de una mesa interministerial con la sociedad civil para el monitoreo de políticas y acciones contra la ciberviolencia.
En abril pasado, el candidato independiente colocó el tema como una de las prioridades de su programa, anunciando una serie de medidas. Entre ellas, la necesidad de disminuir la "brecha de desigualdad" en la atención, ya que el 80% está en el sector privado, según destacó en esa oportunidad.
"Por eso, tal como se incentiva a que pequeñas empresas sean proveedores del Estado, proponemos generar una red de atención psicológica, a la que puedan entrar profesionales de la salud mental que durante la pandemia han ofrecido su apoyo e incluso han facilitado el acceso a la atención disminuyendo sus precios", indicó.
Asimismo, propuso la ampliación de catálogo de enfermedades GES vinculadas a salud mental, eliminar el tope de cobertura en atención por salud mental en el sistema privado y crear una "red de salud mental" que asegure la calidad de la atención adaptándose a las condiciones de género, región o grupo etario.
El ex ministro también plantea poner atención a la violencia intrafamiliar, aumentando los recursos para los centros de acogida para mujeres y garantizando apoyo psicológico por parte del Estado, y en la mejora de las condiciones laborales, otorgando flexibilidad para quienes compartan labores de crianza y exigir a las empresas la medición de la condición mental de sus trabajadores, entre otras.
El candidato de Evópoli propone cinco ejes en esta materia. El primero es el "Acta de Paridad y Equidad de la Salud Mental y Adicciones con la Salud Física", con la cual pretende "determinar un mínimo nacional de paridad, entre las coberturas de los tratamientos de enfermedades mentales y adicciones con las coberturas existentes para otras enfermedades físicas tanto en Fonasa como en las Isapres".
"Esto implicará que todas las atenciones de las especialidades neuropsiquiátricas y psicológicas estarán incorporadas en todos los planes de salud. El máximo de atenciones y copagos que pueden tener en las enfermedades mentales y de adicciones no podrán ser diferentes a los que se definan para de las enfermedades físicas", dice su programa.
En el punto 2 y 3, plantea el aumento del presupuesto destinado a salud mental "para cerrar la brecha existente de atención de enfermedades mentales y adicciones en el sistema público de salud, y fortalecer el Programa de Apoyo a la Salud Mental Infanto-Adolescente".
También promete ampliar la red clínica hospitalaria y ambulatoria de atención de especialidad en enfermedades de salud mental y adicciones y su distribución a lo largo del país, y crear el Servicio Nacional de Salud Mental (Ex SENDA), con una consolidación de la Red de Atención de Salud Mental a nivel nacional.
Las propuestas de Desbordes
"Mente sana para un Chile sano", se llama uno de los capítulos del programa de gobierno del abanderado de RN, en el cual destaca que "hoy a más de un año de la pandemia, como país estamos viviendo una fatiga pandémica. No solo vemos una crisis sanitaria o económica, también una crisis de la salud mental".
En ese contexto, propone cuatro ejes. El primero de ellos es hacer "un llamado a un gran acuerdo a todos los sectores para aumentar el presupuesto de la salud mental", que hoy representa el 2,4% del gasto en salud y pretende subirlo a un 5,1%. Asimismo, solicita la pronta promulgación de la Ley de Salud Mental.
En el punto 2, establece la necesidad de crear un plan de recuperación covid-19, que implique la creación de un Centro de Salud Mental Comunitaria por comuna y una Estrategia Nacional para el Cuidado Emocional “enfocado en el tratamiento, apoyo, a los equipos y funcionarios de salud, a las mujeres y a los adultos mayores”.
Finalmente, Desbordes propone la ejecución de un plan intersectorial de salud mental preventiva, "focalizándose en sectores específicos y grupos objetivo” y ampliar la cobertura de salud mental en el sistema privado de salud. "Se busca aumentar el aporte para que las personas obtengan una atención sostenida", dice el texto.
