"Todo parece indicar que no sería necesario" y "es muy probable que no se renueve". Esas fueron parte de las respuestas que entregó este lunes el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, al ser consultado en distintas actividades y entrevistas por el eventual fin del Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe que rige en el país desde el 19 de marzo de 2020.
Las autoridades han mantenido cautela ante los buenos indicadores epidemiológicos que atraviesa Chile, pues si bien en los últimos tres días se produjo un aumento de entre 12 y 18 casos diarios, el
ministro de Salud, Enrique Paris, afirmó que la situación por covid-19 se mantiene "estable".
Fue el propio titular de Salud quien a fines de agosto adelantó que hasta entonces el Ejecutivo no tenía contemplado enviar un nuevo proyecto al Congreso para que se relizara una prórroga del estado de excepción de catástrofe, pues si las cifras se mantienen de manera positiva -como ha sucedido hasta ahora- "no sería necesario". No obstante, advirtió que "la alerta sanitaria sí la vamos a mantener, ya que nos permite, por ejemplo, contratar gente y hacer los testeos y aislamientos".
En efecto, la alerta sanitaria permite dotar a las autoridades del Minsal y de los servicios públicos que conforman el sector, de "facultades extraordinarias", para que puedan, entre otras cosas, comprar servicios para transporte aéreo y terrestre, contratación extraordinaria de personal, realizar reconversión de camas en los hospitales, coordinación con otros servicios públicos, aumentar los controles sobre fuentes de agua potable o sistemas de alcantarillado, y adquisición de equipamiento.
En ese contexto, ayer, en entrevista con TVN, Paris afirmó que "no va a ser necesario" hacer dicha extensión y que la continuidad del toque de queda se podría revisar después del 30 de septiembre. Por su parte, el ministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, sostuvo esta mañana que "si tuviéramos estas mismas cifras que hoy estamos viendo a finales de septiembre, por supuesto que no correspondería renovarlo. Pero esa es una decisión que se va a tomar después de las fiestas del 18 de septiembre".
Qué es el Estado de Excepción Constitucional
En el escenario de que se mantengan los buenos indicadores epidemiológicos y el Ejecutivo no intente renovar el estado de excepción en el Congreso -donde tanto el oficialismo como la oposición manifestaron una serie de reparos en las dos prórrogas anteriores- la etapa de restricción de libertades producto de la pandemia podría llegar a su fin. Esto, mientras no empeoren las cifras y se deba volver a evaluar.
En ese sentido, cabe recordar que el
Estado de Excepción Constitucional permite resguardar el cumplimiento de las cuarentenas y medidas de aislamiento social, garantizar la cadena de producción y distribución para asegurar el normal abastecimiento de la población y proteger y resguardar mejor las fronteras, además de permitir que para determinados fines colaboren las Fuerzas Armadas.
Además, permite dictar una serie de medidas, incluyendo la restricción de reuniones en espacios públicos, asegurar la distribución de bienes y servicios básicos, ordenar la formación de reservas de alimentos y otros bienes necesarios para la atención y subsistencia de la población, establecer cuarentenas o toques de queda, dictar medidas para la protección de servicios de utilidad pública, y limitar el tránsito o locomoción de personas.
Qué supone el fin de la medida
"En la medida que ya no exista un Estado de Excepción Constitucional, todas las prohibiciones a los derechos fundamentales ya no serán tales. Uno de los más evidentes sería la libertad de tránsito o el toque de queda, que ya no tendrían efecto", explica a Emol el abogado constitucionalista y académico de la Universidad Autónoma, Juan Pablo Díaz.
En tanto, respecto a las dudas que se han generado por la pertinencia de un proceso paulatino en el retorno de las libertades personales, el abogado explica que "al haber restricciones de los derechos que puedan quedar sin efecto, eso siempre es bienvenido y en efecto, el Estado de Excepción Constitucional tiene un plazo, y al terminarse, se entiende que ya no surte efecto".
Sin embargo, "desde el punto de vista político, siempre es bueno ir paulatinamente, pues ante todo ajuste o cambio siempre es bienvenido", aclaró Díaz. Esta es una de las posturas que ha mostrado el Gobierno tanto en las medidas como el mismo Paso a Paso o como la disminución del horario del toque de queda, y por estos días también se evalúan las "externalidades" que se implementaron con la medida.
"El Estado de Excepción ha servido muchísimo (...) nos ha permitido tener un plan Paso a Paso, las cuarentenas comunales, nos ha permitido controlar la pandemia. Obviamente la situación ahora es distinta (...) Pero eso es algo que tenemos que definir bien, estamos viendo los últimos detalles, porque justamente asociado al Estado de Excepción, hay otras externalidades que tenemos que ir viendo, no solamente es la cuarentena, el toque de queda y el cierre de fronteras", aclaró hoy el ministro Delgado.
Con todo, Díaz recordó que es importante que la población considere que si bien el fin del Estado de Excepción puede ser efectivo en Chile, se deben respetar las medidas que legítimamente tengan otros países en esta materia o en determinadas restricciones, en caso de hacer algún viaje.
IFE Universal se mantendrá
Esta mañana, la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, abordó una de las preocupaciones que han surgido ante el eventual fin del Estado de Excepción: la continuidad de las ayudas sociales, como el caso del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Según explicó, éste "se seguirá entregando independiente de si se extiende el Estado de Excepción o no, como lo comprometió el mismo Presidente", recordando que se extenderá por octubre y noviembre (este último se pagará los primeros días de diciembre).
En esa línea, Díaz también explicó que las políticas públicas que ejerza el Gobierno son distintas a las restricciones de derechos fundamentales que permite un Estado de Excepción. A su juicio, eso no quita que exista una repercusión en el sentido de que al haber "libertad de desplazamiento, ya puedan funcionar de mejor manera los emprendimientos, sería menor la justificación de alguna política de subsidios, pues sería más débil su fundamento".