EMOLTV

Patricia Politzer: "No comparto la idea de sancionar el negacionismo (...) me parece muy ineficiente"

La periodista considera que muchas especificaciones al respecto serían “más bien un riesgo más que asegurar la verdadera libertad de expresión”. Valora avanzar a un Consejo Territorial y afirma que no se ha aislado a la derecha, pero que es importante que haya espíritu de diálogo.

06 de Marzo de 2022 | 11:15 | Por Maximiliano Vega, Crónica Constitucional
imagen
El Mercurio
En las últimas semanas, la periodista Patricia Politzer (INN) ha intensificado su defensa al proceso constituyente.

A la misiva firmada por Gastón Soublette, Adriana Valdés, María Teresa Ruiz y Felipe Berríos, respondió que si bien los admiraba, "tengo la impresión de que no necesitamos tanta carta ni llamados, requerimos apoyo". También tuvo reparos a declaraciones del Presidente Sebastián Piñera, quien dijo que falta una mayor voluntad de diálogo en la Convención. Es "una crítica generalista que no aporta mayormente", dijo al respecto Politzer en entrevista en CNN.


—Usted es miembro de Independientes No Neutrales, que se formó para el proceso constituyente. ¿A quiénes o qué ideas representa su colectivo?

—Lo que significa ser independiente es no pertenecer a un partido político, pero justamente somos no neutrales, porque tenemos ideas muy concretas respecto a la realidad y a los cambios que se requieren. Estamos por cambios profundos: que haya más democracia, garantías para los derechos sociales, protección y respeto al medio ambiente.

—¿Cuáles temas o aspectos son intransables para usted en la nueva Constitución?

—No hay ningún tema intransable, salvo el respeto irrestricto a los derechos humanos que contiene el derecho a la libertad de expresión. Ese es el único intransable. De ahí en adelante, todo lo podemos debatir, discutir y avanzar en distintas materias, como el reconocimiento de la plurinacionalidad. Es un tema que ha salido una y otra vez en nuestro debate, y eso se debe a la postergación por décadas de este tema. Lo mismo ocurre con la paridad y la perspectiva de género.

—A su juicio, como periodista, ¿cómo debiese quedar la libertad de expresión en la Constitución? ¿Está de acuerdo con prohibir por ley la negación o justificación de las violaciones graves, masivas y sistemáticas a los derechos humanos?

—Si uno ve las constituciones democráticas en el mundo, el derecho a la libertad de expresión suele ser una norma breve, precisa y concreta, y a mí me gustaría que fuera de ese modo. Abrir flancos con demasiadas especificaciones al derecho a la libertad de expresión me parece más bien un riesgo más que asegurar la verdadera libertad de expresión. Personalmente, no comparto la idea de sancionar el negacionismo, y no lo comparto no solo porque es una limitación a la libertad de expresión, sino sobre todo porque me parece muy ineficiente. Así lo ha demostrado, por ejemplo, Alemania con el resurgimiento del neonazismo. El negacionismo, no solo en relación al Holocausto, sino que a las violaciones a los derechos humanos en nuestro país y en otros, debe combatirse con más educación y más debate público. Si nuestros jóvenes salieran de cuarto medio habiendo estudiado los informes Rettig y Valech, tendríamos menos problemas de repetición de la historia y de discursos negacionistas.

—¿Y la regulación de los medios de comunicación?

—Debe ser constitucional crear un sistema de medios públicos. Es necesario, dada la enorme concentración de los medios de comunicación en el mundo en general y especialmente en nuestro país. Pero estimo que la concentración de medios es un tema más de la ley que de la Constitución.

—Usted integra la comisión de Sistema político, ¿cómo ve las críticas a la eventual creación del Consejo Territorial o Cámara Territorial? ¿Es una buena fórmula?

—Sí. Estamos avanzando en esta materia. Hay consenso en que no podemos seguir teniendo dos cámaras espejo que solo entorpecen y ralentizan la tramitación de leyes. Esa fórmula está agotada. Deben existir dos instituciones, la cámara política (la Cámara Plurinacional), que debe ser la más fuerte, en que cada persona representa un voto. Ella es la que tiene las distintas visiones del país, hacia dónde queremos que avance. Seguramente habrá que hacer correcciones. No hay sistema electoral perfecto.

“Creo que debe haber otra cámara que represente de manera igualitaria a los distintos territorios del país, con igual número de integrantes de cada región, y esa instancia me parece que debe compartir la tramitación de las leyes relevantes del país, como son la ley de presupuesto, la focalización del gasto fiscal (...) En la medida en que avance el tiempo y la regionalización, esa cámara podría ir delegando algunas facultades legislativas a las asambleas regionales”.

—Según las votaciones de los primeros informes, ¿es el pleno donde se moderan posturas?

—No me gusta decir que se moderan. Es donde se produce un diálogo más amplio entre los distintos colectivos, muestra cómo ir avanzando a ese gran consenso de los dos tercios, porque sigo creyendo que esta Constitución debe ser de todas y todos.


—Pero hasta ahora los acuerdos han sido más entre la izquierda y centroizquierda. ¿Está dispuesta a integrar a más sectores como la derecha? ¿Abrirse a otros sectores?

—Como constituyente, he abierto el diálogo siempre a todos los sectores. Para un diálogo se necesitan dos, no basta que uno abra la puerta, el otro también tiene que tener el espíritu de dialogar. Y ahí uno ha visto en la derecha distintas conductas. Hay constituyentes que más allá de las mayorías que se forman, lo que se aprueba, siguen insistiendo en una visión, aunque vayan perdiendo una y otra vez y se golpeen contra la pared. Otros, en cambio, ven lo que se va aprobando y están haciendo aportes concretos y sustantivos a lo que se aprueba y ayudan a perfeccionar las normas y eso es lo fundamental que tenemos por delante.

—Se ha dicho que la Convención vive una crisis comunicacional, pero hay convencionales que no aceptan críticas al trabajo que hacen. ¿Qué visión tiene usted?

—Son muchos los factores (...) hay gente que desde el día de la instalación está trabajando contra el proceso. Por otro lado, hay críticas muy constructivas y muy importantes. Tenemos que escuchar sin duda. El tema comunicacional es muy complejo. Es muy difícil tener una vocería oficial única, en la que hay 154 voceros efectivos que tiene la libertad y derecho a opinar. Ha ido mejorando en eso, pero es complejo.
“(Además) es complejo para la gente entender la dinámica de las aprobaciones. Se dan por aprobadas propuestas que ni siquiera se han votado. Hay gente que se asusta con normas rechazadas en el pleno”.

—¿Confía en el resultado del proceso?

—Sí, sigo confiando en que tendremos un buen texto constitucional y espero que sea aprobado por una amplia mayoría. Requerirá una intensa campaña de educación cívica antes del plebiscito de salida, para que la gente conozca y entienda cuáles son los cambios que se proponen para el país.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?