Para fortalecer y materializar la educación inclusiva al interior de los colegios, el Ministerio de Educación, junto al Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, elaboró nuevas orientaciones para la inclusión y el resguardo del bienestar de la comunidad LGBTIQA+ en el sistema educacional chileno.
En el año 2017 ya se habían elaborado unas primeras orientaciones para los establecimientos educacionales sobre educación inclusiva. Pero ahora el Mineduc, a través de la Unidad de Inclusión y Participación, ha actualizado y profundizado estas orientaciones.
Desde la cartera explican que mientras las primeras orientaciones abordaban la necesidad de "visibilizar a personas LGBTIQA+", esta nueva versión busca "reforzar el bienestar" de estos estudiantes en la comunidad educativa.
Este trabajo cuenta con un documento central –"Orientaciones para el resguardo del bienestar de estudiantes con identidades de género y orientaciones sexoafectivas diversas en el sistema educativo chileno"– que entrega recomendaciones para crear "espacios protectores y de bienestar para la niñez y adolescencia de la diversidad sexual y de género", que "eliminen las barreras para el aprendizaje y promuevan la valoración y expresión de estudiantes en la comunidad educativa", señalan desde el ministerio.
Para esto se proponen distintas acciones para la gestión educativa y pedagógica que consideren las necesidades de estos alumnos, "atendiendo su especificidad, previniendo su desvinculación y protegiendo sus trayectorias educativas".
Entre las recomendaciones para generar comunidades educativas inclusivas se cuenta, por ejemplo, "usar un lenguaje inclusivo". Al respecto, el documento explica que "la forma de hablar inclusiva es una manera clara de visibilizar a toda la comunidad educativa para dar reconocimiento a un grupo determinado de estudiantes".
"Esta forma de comunicarse es muestra de la eliminación de prejuicios y estereotipos acerca de las personas LGBTIQA+ al momento de interactuar con los demás. Por ejemplo, usar el nombre social y el pronombre adecuado", señala.
Menciona como ejemplo que "el uso de la lengua de señas, atributos y descripciones en imágenes para personas con discapacidad visual" y "la incorporación de la cosmovisión de pueblos originarios" apuntan al mismo objetivo.
Agrega que "particularmente, para la visibilidad de las comunidades de la diversidad sexual y de género es relevante la construcción de relaciones democráticas, simétricas y de igualdad entre todos los integrantes de la comunidad educativa, especialmente hacia niñas, niños y adolescentes, respetando y valorando su identidad de género".
Otras de las recomendaciones que se incluyen son "estar alertas a situaciones de discriminación y violencia que puedan estar ocurriendo", y "ser sensible a las distintas expresiones de la diversidad", evidenciando "respeto y valoración" y "mostrando conocimiento".
"No es estar o no de acuerdo; es garantizar el derecho a la educación"
Al presentar la iniciativa, el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, señaló que "hemos cumplido con el compromiso de entregar orientaciones al sistema educativo para la atención, acompañamiento y protección de los derechos de niñas, niños y jóvenes de la diversidad, especialmente de la población LGBTIQA+. Estamos muy contentos de disponer de este conjunto de orientaciones que tienen que ser difundidas a todas las comunidades educativas del país".
Detalló que tanto esa cartera como la Agencia de la Calidad de la Educación y la Superintendencia de Educación son las encargadas de difundir las orientaciones, que también serán enviadas a través de correo a cada centro educativo del país. "Estas orientaciones son para todos los centros educativos del país y, por lo tanto, se hace la difusión, luego la capacitación a través del entendimiento y la comprensión de cada una de las cosas que se están ahí sugiriendo", señaló.
Consultado sobre qué pasará con aquéllas comunidades educativas que no estén de acuerdo con estas orientaciones, el ministro sostuvo que "esto no es estar o no estar de acuerdo; estamos hablando de garantizar el derecho a la educación (...) Por lo tanto, no hay ningún establecimiento en nuestro país que podría tener un acto discriminatorio". También explicó que la normativa sobre el tema ya existe desde el año 2016 y "lo que hicimos ahora fue una actualización de esa misma normativa".
Por su parte, la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, destacó que estas orientaciones "fueron trabajadas no solamente impecablemente desde el punto de vista técnico, educativo, pedagógico, sino que también en conjunto con las organizaciones docentes, como el Colegio de Profesores, y también con las organizaciones de la sociedad civil".
"Quiero agradecer sobre todo la valentía del ministro de Educación, porque se requiere valentía para impulsar cuestiones cuando uno sabe que hay quienes, desde el odio, rechazan la existencia de los estudiantes" diversos, afirmó la ministra, quien remarcó que "la discusión respecto a las estudiantes trans no es una discusión teórica. Son estudiantes con nombre, con cara, con familias, que están en todo el país (...) de lo que se tratan estas orientaciones es de que esos estudiantes puedan continuar con su trayectoria educativa y llegar a ser a futuro un gran aporte para nuestro país".
