El miércoles 12 de julio, el
Presidente Gabriel Boric iniciará su primera gira a Europa, viaje que no ha estado
exento de cuestionamientos por parte de la oposición, debido a que ocurre en medio de la crisis que ha generado en el oficialismo y el Gobierno, el Caso Convenios.
El periplo del Mandatario incluye cuatro países de Europa, partiendo por España, donde estará entre el 13 y el 15 de este mes, y también visitará Francia, Bélgica y Suiza. Todo ello, para fortalecer vínculos con el viejo continente y movilizar capitales en beneficio de las familias chilenas, según han comentado desde Cancillería.
En tanto, desde el Gobierno también destacan que la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado será un aspecto que se va a mencionar durante el paso de Boric por los cuatro países, para destacar la solidaridad que tuvieron naciones europeas durante el período que se inició en septiembre de 1973.
Así las cosas, desde Republicanos incluso solicitaron que el Mandatario cancelara el viaje por "la crisis de corrupción que vive el Gobierno", incluyendo la revisión de una acusación constitucional que enfrenta el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila.
Por su parte, desde RN, el jefe de bancada Frank Sauerbaum se sumó a los cuestionamientos y planteó que "tenemos una recesión económica, una delincuencia desatada, las listas de espera y también hoy día tenemos el desfonde y el asalto a mano armada que está haciendo el Frente Amplio y las arcas fiscales. El Presidente se tiene que hacer cargo de eso, antes que irse de vacaciones a Europa".
Defensa del oficialismo
En el oficialismo, la defensa es férrea, y apuntan a que el viaje está programado desde antes de la crisis por las transferencias a fundaciones y destacan las oportunidades que éste que puede traer para el país.
Así lo destacó ayer la
presidenta del PPD, Natalia Piergentilli, quien precisó que las críticas no son más que "una mirada miope y absolutamente obtusa". Según defendió, "acá se queda todo el elenco de ministros afrontando esta crisis, pero ojo, esta es una gira que está preparada hace mucho tiempo, donde además nosotros vamos a firmar un acuerdo con la Unión Europea, que impacta en la vida de los ciudadanos, por lo tanto, es obligación del Mandatario concurrir a esta gira".
Por su parte, el presidente de Comunes, Marco Velarde, sostuvo que "es innecesario, primero, decirle al Presidente qué es lo que tiene que hacer, me parece muy impropio; y segundo, nuestro Estado tiene presencia internacional y el Presidente tiene una gira a la cual tiene que acudir. Hoy día no tiene ningún problema que lo comprometa a él ni a suspender una agenda tan importante como lo que tiene que hacer en el extranjero".
Según fuentes del oficialismo que comentaron a Emol, en el resto del oficialismo y en La Moneda hay eco de estos dichos, y consideran que el Gobierno "es más amplio" que el Presidente para hacerse cargo de la crisis que atraviesan por el Caso Convenios, descartando por completo la hipótesis de la oposición de que el Mandatario no debiera acudir a la cita o que esto implique algún intento de que salga de la "primera línea".
"Señal de continuidad", pese a la crisis
En conversación con este medio, analistas políticos concuerdan en que si bien existe una crisis, el viaje del Presidente da una cierta señal de "normalidad", es decir, de que la gestión continúa, y descartan que sea una estrategia para blindarlo.
Así lo expresa Marco Moreno, analista político de la Universidad Central, quien apunta a que "la gira lo que busca es dar una cierta idea de normalidad dentro del funcionamiento del Estado, es decir, el país sigue funcionando, es cierto que hay una crisis política, pero la señal que se da al mantener la gira del Presidente a Europa es una señal de continuidad".
"No lo veo como una estrategia para blindarlo por la vía de que el Presidente haga el viaje (...) probablemente va a ser un espacio que le permita tener la perspectiva para buscar soluciones posibles".
Marco Moreno, analista político U. Central
En ese sentido, recalca que el Presidente "va a seguir preocupado y ocupado de lo que ocurra con la crisis política generada por el tema de las fundaciones y cómo eso está impactando a su gobierno y especialmente al Frente Amplio. No creo que lo aísle de la contingencia o de la crítica que se puede estar generando respecto de él y de su Gobierno, por lo tanto no lo veo como una estrategia para blindarlo por la vía de que el Presidente haga el viaje (...) probablemente va a ser un espacio que le permita tener la perspectiva para buscar soluciones posibles", precisó.
A juicio del analista, esto tiene que ver más con recuperar el control de la agenda, por las acciones que va a desarrollar en su estadía en Europa, los acuerdos que va a suscribir, la ratificación de relaciones bilaterales que va a mantener con algunos países, "entonces la señal es de funcionamiento normal dentro del Estado, las crisis forman parte del funcionamiento de los gobiernos y esa es la señal que se busca transmitir, es decir, hay una crisis política y eso no significa que el Estado no esté funcionando".
Por su parte, el analista político de la Universidad de Valparaíso, Juan Sandoval, descarta que la decisión de mantener la gira del Mandatario a Europa tenga que ver con la llamada "crisis de las fundaciones".
"Es evidente para mí que el viaje responde a una estrategia institucional de largo plazo, con muchas externalidades en temas económicos y de relaciones internacionales. Además, los gobiernos siempre evitan exponer la figura del Presidente, pero convengamos que el presidente Boric es el principal activo de su Gobierno y normalmente sus intervenciones han tenido efectos positivos en las crisis de su administración", comenta.
"Obviamente que el viaje, además, le genera una oportunidad al Gobierno de recuperar la agenda, porque recordemos que el presidente Boric, en general, ha capitalizado comunicacionalmente los viajes al extranjero, porque es una figura que genera bastante interés internacional", destaca el experto.
En definitiva, cree que el planteamiento de la oposición busca que el Presidente modifique una estrategia de Estado planificada con mucha antelación "para mantenerlo acorralado en la crítica de que el Gobierno está detenido. Estaría detenido si dejara de realizar un viaje planificado con tanto tiempo como pretende la oposición. El realizar el viaje sería una muestra de poder y autoridad de la figura presidencial, en ningún caso de debilidad", zanjó.
