Fiscal Regional de La Araucanía, Héctor Garrido.
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La indagatoria por el asesinato a los tres carabineros en Cañete, Región del Biobío, quedará bajo la dirección del
fiscal jefe de la Región de La Araucanía, Roberto Garrido. Así lo determinó este lunes el fiscal nacional, Ángel Valencia, retirando así la causa a Marcela Cartagena, fiscal del Biobío.
Garrido es quien lidera las investigaciones en La Araucanía relacionadas con la causa mapuche. Entre sus más recientes casos con resultados procesales, está el haber liderado la detención y posterior prisión para
Héctor Llaitul.
Luego que se conociera la declaración de culpabilidad para Llaitul, la ministra del Interior, Carolina Tohá, dijo que el "punto de inflexión" respecto a la caída de la violencia en la zona ya se había producido. Y si bien Garrido dijo que, en efecto, había una disminución sostenida de la violencia, advirtió que los grupos siempre buscan rearticularse.
El pasado martes, en conversación con 24 Horas, el persecutor dijo que si bien "hay resultados judiciales y policiales notorios que han generado esta disminución" en la violencia rural en la zona, "estos grupos son muy flexibles en su capacidad de reorganizarse".
"Siempre van a estar atentos a encontrar las debilidades y poder avanzar de nuevo hacia las vías más violentas si es que no existe a través de los canales democráticos y de diálogo una solución definitiva a la situación que afecta a los pueblos originarios", puntualizó Garrido.
Otro de sus casos más conocidos es el de la condena contra Martín Pradenas. Además, investiga la arista en la Región de La Araucanía por el Caso Convenios.
Dos décadas en el Ministerio Público
Desde mayo de 2021, el fiscal Garrido es jefe regional del Ministero Público de La Araucanía, nombrado por el ex fiscal nacional, Jorge Abbott.
Antes de su nombramiento, Garrido era fiscal jefe de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía Regional de La Araucanía, también fue el persecutor que encabezó las primeras diligencias del caso Huracán en dependencias de Carabineros y trabajó como vocero de en la investigación en los dos juicios por el crimen del matrimonio Luchsinger-Mackay.
En 2017, Garrido tomó el liderazgo de la indagatoria por la muerte del comunero mapuche Camilo Catrillanca.
Garrido es abogado de la Universidad de Concepción, magíster en Derecho Público de la Universidad Autónoma y diplomado en DD.HH. de la Universidad de Chile. Además, es dueño de una extensa carrera funcionaria en el Ministerio Público, al que ingresó en 2002, como abogado asistente en Purén.
En sus 21 años de desempeño en la institución, ha ejercicio diversas labores como fiscal jefe y también como responsable de unidades regionales especializadas, entre ellas de delitos económicos, de corrupción y delitos sexuales.
En esta última unidad logró condenas -junto a la fiscal Magna Gómez- en un caso de violación contra una menor de la Aldea SOS por parte del conductor de un furgón escolar. También, en la investigación por ataques sexuales contra universitarias en Temuco.
En 2014 logró la distinción como el fiscal más destacado de La Araucanía, por su vocación profesional, cercanía con las víctimas, eficiencia en la persecución criminal, relación con la comunidad y valores institucionales.
El abogado es conocido en su entorno como un persecutor de "buen trato" con la gente que se relaciona, como funcionarios, policías e intervinientes. También se le ha destacado por ser "creíble, muy profesional y con buenos resultados" en las múltiples causas que ha dirigido.
