El pasado 9 de diciembre Gendarmería encontró el cuerpo decapitado del reo Vincent Paolo Demian González Aguirre en una de las celdas de la cárcel de El Manzano, ubicado en Concepción, Región del Biobío. Diego Hernán Valdés San Martín, también conocido como "Indio Loaiza", sería el responsable del crimen.
El delito se habría producido en el marco de un "rito satánico". "En el lugar se encontró una biblia y escritos con símbolos satánicos, a lo que se suma lo manifestado por el presunto agresor, respecto de que los hechos ocurrieron en un contexto de un ritual, aparentemente motivado por una situación de enajenación mental, de la cual no había antecedentes", señaló Gendarmería.
Según consignó Canal 13, Valdés declaró a dos funcionarios de Gendarmería luego de que quedara al descubierto el asesinato que
"yo estaba en la pieza y de repente empezamos a bailar. Yo, el Joker, el Diablo y el Golo (González). Le vi la cara de diablo (al Golo) y lo sacrificamos entre los tres".
En el interior de la celda solamente se encontraban González junto al "Indio Loaiza".
Agregó a su declaración: "Le pegué una puñalada, lo ahorqué con una pita y de ahí le corté la cabeza con una lata, dejándola en la pieza. Eso no más recuerdo".
Luego, Valdés prestó declaración ante un psiquiatra de la Defensoría Penal Pública y dijo respecto antes del crimen: "Con él éramos amigos, nos conocimos de antes en Arica. Vivimos varias veces juntos en los penales. Al final (esa noche) hablamos del Joker, el bufón ese de la carta, que uno podía hacer pacto con el Diablo y temas así. Estuvimos harto rato así".
"Yo lo vi, lo vi al Joker en la muralla. Me dijo ‘mátalo’ y yo pensé… también le tiene que haber dicho eso mismo a él. Así que dije ‘es él o yo’. Ahí con un cordón lo asfixié hasta que se murió", agregó.
"Ruido no hizo nada, no dijo nada… y le puse una puñalada en el corazón. Le cercené el cuello, es que era para poder hacer el pacto con el Diablo. Era hacer un sacrificio de sangre como los mayas, eso de entregar los cuerpos en un sacrificio", afirmó.
Aseguró que "tenía que invocar al Diablo para que no me fuera a pasar nada a mí, así que ahí escribí el ‘666’ en la muralla y como me había mandado a decir que lo matara, yo hice eso. También hice la estrella de David, igual podía servir. ¿Qué hice con el cuerpo? Lo tiré en su cama, le corté la cabeza para botarla por la escalera igual que los mayas en la mañana y así me diera la bendición".
"Igual tengo que seguir mirando el suelo, igual me miran y hablan de mí… Yo creo que no está funcionando el pacto", señaló respecto del ritual.
El peritaje psiquiátrico estableció que Valdés habría tenido un cuadro "psicótico paranoide", por lo que está recluido en el Recinto Especial Penitenciario de Altas Seguridad (REPAS) de Gendarmería en Santiago.
