Las autoridades afirman que los clubes deben estar impedidos de contratar a personas condenadas por actos relacionados a violencia en los estadios.
El Mercurio (archivo)
La relación entre las barras bravas y los clubes de fútbol es un elemento central del debate sobre la violencia en los estadios. Uno de los últimos ejemplos se advirtió por el vínculo contractual entre Colo Colo y Manuel Yáñez, un barrista que en 2007 fue acusado de contratar y facilitarles armas y dinero a otros dos miembros de la barra colocolina "Garra Blanca" para asesinar a Francisco Muñoz Carrasco, conocido como "Pancho Malo". Aunque el ataque se frustró por la intervención de un detective que casualmente pasaba por el lugar, en 2010 Yáñez fue condenado a tres años y un día por este hecho. Antes, fue sentenciado por lesiones graves, porte ilegal de armas de fuego y tráfico de estupefacientes. Esto llevó a expertos a concluir que el vínculo entre las barras bravas y los clubes de fútbol "no se ha roto" y que los equipos involucrados debieran ser sancionado por esta situación. También afirman que los clubes deben estar impedidos de contratar a personas condenadas por actos relacionados a violencia en los estadios.