Como una medida acotada ha definido el Gobierno la decisión de retirar a los agregados militares de Chile en Israel. Esto, a partir de las especulaciones que nacieron
sobre una eventual aproximación del Ejecutivo a decidirse romper relaciones con dicho país.
Un escenario que ha generado debate en las huestes oficialistas. Mientras en el Partido Comunista y el Frente Amplio se inclinan por cortar todo tipo de relaciones con Israel, en el mundo del Socialismo Democrático se declaran no partidarios y advierten que cortar relaciones no es instrumento efectivo.
En el Ejecutivo han descartado que el fin de las relaciones vaya a radicar en un anuncio de la próxima Cuenta Pública del Presidente Gabriel Boric. Si bien no se aventuran a descartar que sea una decisión a evaluar en el futuro, hoy sostienen que el retiro de los agregados militares "no es un primer paso" hacia esa vía.
Como sea, en el estado en que está el conflicto en Medio Oriente, el Gobierno tiene motivos para mantener las relaciones con Israel.
Uno, es el hecho de que el criterio de mantener relaciones diplomáticas en un principio de la diplomacia chilena. Fuentes del Ejecutivo ilustran que el país mantiene lazos con todos, incluso en el caso de Bolivia, donde las relaciones solo se mantienen a nivel consular, y el caso de Venezuela, cuyas relaciones se mantienen, aún cuando el Presidente Gabriel Boric califica el régimen de Nicolás Maduro como una dictadura.
Otro factor es la atención consular que requieren los 10 mil chilenos que se mantienen en Israel y también, la necesidad de mantener diálogo con dicho país para efectos de repatriaciones.
Como sea, hasta ahora no ha existido réplicas de la embajada de Israel en Chile sobre la decisión de retirar a los agregados militares. La resolución, acordada por el Presidente Gabriel Boric con Cancillería y el ministerio de Defensa, fue adoptada el jueves de la semana pasada, y si bien se pensaba anunciar este viernes, se consideró que dicho día era feriado para el pueblo de Israel.