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Privacidad y refugio para hackers: Expertos analizan cómo Telegram se ha convertido en la aplicación preferida para delitos

Los usuarios pueden enviar mensajes ocultando su número de teléfono, transmitir chats que se autodestruyen o crear grupos donde se difunden textos masivos con contenido ilícito.

13 de Octubre de 2025 | 12:31 | Por Benjamín Olivares, Emol
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Archivo, El Mercurio
La semana pasada estuvo en Chile el español Carlos Seidedos, quien es analista de inteligencia en seguridad internacional y ciberseguridad. Participó en el 8° seminario de ciberseguridad organizado pro la PDI, instancia en la cual entregó su experiencia en este tipo de delitos.

En el marco de su visita, el especialista explicó que los delincuentes exponen su vida cotidiana mediante tipo de plataformas y aplicaciones, aunque también usan las mismas para comunicarse con otros criminales, siendo Telegram la preferida.

"Antiguamente los malos se focalizaban en la dark web, pero se dieron cuenta de que no es tan segura como Telegram. Entonces, todo el tráfico y los actores maliciosos se comunican a través de Telegram", sostuvo a LUN.

La razón, agrega, es que la plataforma no colabora como debería con las autoridades. "Se sienten muy seguros porque es muy difícil desanonimizarlos. Esos grupos (de los canales de difusión) tienen miles de usuarios. Debes descargar la información que comparten y analizarla. Hacer un cruce y analizar cómo escriben, porque pueden tener diferentes alias, pero la forma de redactar es la misma".

Análisis policial


En entrevista con Emol, el subcomisario Julio Vargas, de la Brigada Investigadora del Cibercrimen Metropolitana, distingue que si bien cualquier aplicación de mensajería puede ser utilizada por críminales, Telegram ofrece facilidades para transmitir un volumen mayor de datos.

Vargas destaca que "la mayoría de estas plataformas tienen la posibilidad de eliminar mensajes de los dispositivos. No obstante, la policía siempre está innovando en los software para poder periciar estos dispositivos y extraer o revelar la información, la cual ha sido eliminada".

Visión de otros expertos


Héctor Muñoz, jefe de Seguridad Digital de la Universidad de Talca, indica que "Telegram se ha posicionado como una de las favoritas de millones de usuarios por su rapidez, sus amplias funciones y su promesa de mayor privacidad. Sin embargo, bajo esa superficie de innovación tecnológica, la plataforma también se ha convertido en un refugio digital para hackers, ciberdelincuentes y grupos criminales que han encontrado en ella el espacio ideal para operar, donde su anonimato es muy atractivo: a diferencia de otras aplicaciones, Telegram solo requiere un número de teléfono para registrarse, incluso virtual o desechable".

Asegura a su vez que "los usuarios pueden ocultar su identidad con un alias y participar en canales o grupos sin exponer datos personales. Esta sensación de invisibilidad es uno de los principales factores que atrae a quienes buscan moverse al margen de la ley".

Asimismo apunta a que Telegram "también tiene mitos en torno a la seguridad, ya que aunque solo los chats secretos cuentan con cifrado de extremo a extremo (es decir que solo el emisor y el receptor tienen acceso a la comunicación), el imaginario colectivo considera a Telegram como 'más seguro' que otras plataformas. Esa percepción, sumada a la falta de regulación estricta, ha permitido que la aplicación se use para intercambiar datos robados, coordinar ataques cibernéticos y difundir software malicioso".

"También dentro de sus costumbres de que las otras aplicaciones igual pudieran ser explotadas, tiene canales que funcionan como mercados, con grupos que pueden albergar hasta 200.000 miembros y canales de difusión masiva. Telegram se ha transformado en un mercado negro digital. Allí se comercializan desde bases de datos de instituciones financieras y de salud, hasta credenciales de acceso a servicios críticos, pasando por manuales de hacking y herramientas de ransomware listas para usar", lanzó.

Por su parte, Gustavo Alcántara, académico de la Universidad de Santiago, expone: "Telegram se ha convertido en una de las aplicaciones preferidas de los delincuentes porque ofrece diversas funcionalidades que fueron diseñadas para proteger la privacidad de los usuarios, pero estas podrían facilitar las actividades ilegales".

Los usuarios, ejemplifica, pueden enviar mensajes ocultando su número de teléfono, transmitir chats que se autodestruyen o crear grupos donde se difunden mensajes masivos con contenido ilícito.

"Telegram permite mucha libertad, flexibilidad, aunque hay pocas reglas claras y controles efectivos", concluye.

Visión de Telegram



Desde Telegram presentan sus reparos a los dichos de expertos. "En el texto, se incluyen afirmaciones de que en Telegram hay una 'falta de regulación estricta' y 'pocas reglas claras y controles efectivos', lo que no es cierto. Telegram siempre ha moderado activamente el contenido dañino en su plataforma. Los moderadores, apoyados con herramientas personalizadas de IA, supervisan proactivamente las secciones públicas de la aplicación y aceptan reportes de usuarios para eliminar el contenido que infringe los términos de servicio de Telegram".

Además, agregan que "en el artículo se señala que 'la plataforma no colabora como debería con las autoridades', lo que no es correcto. Telegram siempre ha cumplido con las solicitudes legalmente vinculantes y ha estado revelando la dirección IP y el número de teléfono de los criminales que violan sus términos de servicio desde 2018".