Durante la madrugada de este domingo un juez de Familia sufrió un
asalto en su domicilio, ubicado en la comuna de Buin, región Metropolitana.
Según relató a CHV Noticias la víctima, el magistrado Salvador Briceño, los individuos ingresaron al domicilio "forzando la reja de entrada" y luego "la puerta de ingreso".
Ante el ruido que generaron, despertó junto a su esposa y se dirigieron a la habitación de su hija para resguardarla.
"Yo alcancé a escuchar cuando uno le dice a otro 'corta la luz'. Cortaron la luz del medidor, ingresan y ya cuando nos pillan a nosotros, a los tres en una habitación, vuelven a dar la energía eléctrica y comienzan a llevarse las cosas", relató.
El juez comentó que los individuos "no nos trataban con improperios, sino que pedían las cosas y en la medida que se les iba dando no nos insultaban, tampoco nos golpearon. En ese sentido, no tenían una forma de hablar muy humillante, por decirlo así".
Agregó que "cuando ellos logran sacar el vehículo, inmediatamente los vecinos, que ya habían activado las alarmas comunitarias, se acercan rápidamente a la casa a preguntarnos cómo estábamos, realmente estaban preocupados de nuestra salud. Afortunadamente estábamos bien, no nos golpearon ni nada".
"Llamamos después a la familia, nos prestaron celulares para poder contactarnos con la familia", añadió, pues se llevaron "todo, celulares, computadores, el vehículo, notebook, tablet, cualquier aparato tecnológico y un televisor", complementó.
Más tarde, el subinspector Lucas Álvarez de la BIRO Occidente, entregó más antecedentes. "Conforme a instrucciones impartidas por la Fiscalía Regional Metropolitana Occidente, personal especializado concurrió hasta la comuna de Buin con la finalidad de adoptar procedimiento por el delito de robo con intimidación".
En concreto, dijo que "el afectado se encontraba junto a su núcleo familiar al interior del domicilio cuando sintieron un fuerte ruido desde el exterior".
En ese instante, "tres personas de sexo masculino hicieron ingreso al domicilio, premunidos con armas de fuego y con su rostro cubierto con máscaras, quienes intimidaron a las víctimas y procedieron a revisar las dependencias del lugar, sustrayendo diversas especies para finalmente huir con el vehículo en el cual se movilizaban, además de sustraer el vehículo de la víctima". El subinspector Álvarez mencionó que el "avalúo aproximado (de lo robado) son 37 millones de pesos".
