SANTIAGO.- Hace seis meses, un equipo internacional, conformado por 40 científicos, descendió hasta las profundidades de la Fosa de Atacama para estudiar diversos aspectos de esta particular zona, que se extiende a una profundidad de hasta 8.081 metros, con un especial enfoque en la actividad biológica existente, y la investigación trajo resultados.
Uno de los estudios fruto de la expedición reveló la existencia de tres especies de peces que habitan en el suelo marino que, temporalmente, son identificados como pez baboso de Atamaca (del inglés Atacama snailfish) azul, rosado y morado, que lograron ser vistos gracias a una cámara sumergida en el fondo marino con carnada para atraer potenciales depredadores.
La investigación, liderada por el biólogo marino de la Universidad de Newcastle, Thomas Lineley, detalla que debido a la alta presión con que habitan estas especies, "las estructuras más duras en sus cuerpos son los huesos en su oído interior, que les ayudan a mantener el balance, además de sus dientes".
El resto de su cuerpo tiene una consistencia viscosa, principalmente por la fuerte presión con la que vive, al menos 2.500 veces más fuerte a la que estamos acostumbrados en la superficie -de acuerdo a una estimación del Instituto Smithsonian- lo que le permite mantener su estructura sin problemas.
Lamentablemente, cuando los científicos intentaron extraer estos peces para estudiarlos con mayor facilidad, uno de ellos se "derritió" al perder la presión a la que están acostumbrados. Sólo uno de ellos fue capaz de sobrevivir y actualmente está siendo analizado por los expertos.
Durante la investigación que se realizó en marzo de este año, 25% de los científicos eran chilenos, entre ellos, el director del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO), Osvaldo Ulloa, quien conversó con Emol tras el hallazgo de este extraño pez, comentando que, debido al lugar del hallazgo, el pez debería exhibirse en nuestro país.
"El espécimen se capturó en aguas jurisdiccionales chilenas, y de acuerdo a la ley debe ser depositado en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN)", detalló el científico.
De acuerdo a la normativa del Dectreto Supremo N° 711, una nave científica de origen extranjero, "deberá entregar al
Instituto Hidrográfico de la Armada copia de los datos y resultados obtenidos en las investigaciones realizadas", ante esto, la información del animal podría llegar a los museos nacionales.