Ser madre implica muchísimos cambios, de eso no hay duda. Nuevas rutinas, nuevos horarios, nuevas preocupaciones. Pero eso no es todo, ya que la maternidad también deja marcas a nivel físico que casi siempre se quedan, como estrías, flacidez y uno que otro rollito de más.
De seguro la gran mayoría de las mujeres que han sido madres se deprime al observarse al espejo y darse cuenta de que sus cuerpos ya no son los de antes. Más aún cuando se ven y escuchan noticias de famosas cantantes, actrices o modelos que mágicamente recuperan sus figuras poco tiempo después de haber tenido a sus hijos. Un ejemplo de ello es Beyoncé, quien en mayo pasado, a cinco meses de haberse convertido en madre,
reapareció sobre los escenarios como si nada le hubiese pasado.
La verdad es que al común de las mujeres no suele ocurrirle eso y aunque
es posible bajar todos los kilos que se subieron durante la "dulce espera", es un hecho que el cuerpo sufre cambios. Y como ésa es la realidad, en Estados Unidos un grupo de mujeres decidió mostrársela al resto del mundo. ¿Cómo? Fotografiando sus vientres y subiendo las imágenes a internet.
La idea fue llevada a cabo por las integrantes de una comunidad online de mujeres que busca equilibrar el trabajo y la familia. Su nombre es
CT Working Moms y su objetivo era claro: luchar contra los inalcanzables ideales de imagen corporal que rigen hoy en día, que ensalzan los cuerpos delgados por sobre todas las cosas. "En CT Working Moms creemos en ser REALES. Somos mujeres reales, madres reales que trabajan y tenemos cuerpos REALES", fue la filosofía detrás de la iniciativa.
"Queríamos abrazar nuestros cuerpos y hacerle saber al mundo que estábamos orgullosas de nuestra piel flácida", explica Dena Fleno al relatar sobre la experiencia que fue llamada "Reunión de Diosas". Eso sí, la idea no era tener una aventura tan extrema, por lo que no posaron completamente desnudas, sino que cubiertas con petos y calzas deportivas de manera que sólo sus vientres quedaran a la vista.
La sesión se realizó en la casa de otra de las integrantes del grupo, hasta donde las siete mujeres -una de ellas embarazada- llegaron con comida y vino. "Era como una especie de fiesta en pijamas para adultos", describe Fleno. El fotógrafo escogido fue Jean Molodetz.
Dena Fleno cuenta que en un comienzo todas estaban tímidas y nerviosas, pero poco a poco fueron entrando en confianza hasta que finalmente la actividad se convirtió en algo que califica como "completamente liberador".
"Quitarnos nuestras camisetas y revelar los lugares donde crecieron humanos, se sintió tan liberador, inspirador y poderoso que es difícil de poner en palabras. Las sonrisas en nuestros rostros, las risas hasta el punto de las lágrimas y la energética alegría que irradiaba cada una, hablaban por sí mismas", afirma en la columna que publicó en el sitio en internet de CT Working Moms.
A juicio de Fleno, la sesión fotográfica les sirvió como una especie de terapia para, además de mostrar cómo realmente son los vientres de las mujeres que han sido madres, ayudarlas a aceptar sus diferentes imágenes corporales.
"Para mí, que sé que estoy lejos de cómo quería que se viera mi cuerpo, nunca me había sentido más hermosa y feliz con él como esa noche", sostiene.
Y como su loca idea original resultó ser tan gratificante, en su página web CT Working Moms invita a todas las mujeres que han sido madres a hacer su propia "Reunión de Diosas". "Lleven vino, un peto deportivo, una cámara y a sus amigas, y tomen fotos de sus vientres", las alienta.
La idea es que las imágenes que se obtengan luego sean enviadas a CT Working Moms, para ser incluidas en la "Galería de Diosas" que están desarrollando. "Mientras más mujeres participen, más aceptaremos nuestros cuerpos", asegura Dena Fleno. Si quieres participar debes mandar tu foto a la dirección
Dena@ctworkingmoms.com con una pequeña explicación de cómo salió tu propia "Reunión de Diosas". ¡Anímate!