En la música popular son miles los temas que hacen referencia a un corazón roto y dolorosas historias de un cariño no correspondido. Pues bien, precisamente de eso trata un singular museo que se encuentra en California, Estados Unidos, y que reúne una no despreciable colección de cartas y objetos que relatan los tristes últimos momentos de una relación de pareja.
Nos referimos al “Museo de los Corazones Rotos”, idea que nació en la ciudad de Zagreb (Croacia) en 2014 pero que en 2016 fue replicada en Los Ángeles con un éxito insospechado, tanto así que se ha transformado en un destino para los viajeros que quieren conocer la ciudad.
Lo llamativo de esta singular colección de objetos es que fue creada gracias a la colaboración de cientos de personas que vivieron un momento doloroso en sus vidas por un amor no correspondido y que decidieron relatar su historia y entregar ese anillo, vestido de novia o regalo que marcó ese instante.
Hablamos más bien de objetos sin mucho valor real que se podrían perder por años en un cajón o una bodega, pero al ser rescatados y exhibidos tras una vitrina con una tarjeta explicativa toman otro sentido y se transforman en el reflejo de un dolor, arrepentimiento o liberación.
“Los Ángeles es conocida como la Ciudad de los Sueños, no en vano llegan cientos de personas buscando ser descubiertos para alcanzar la fama. Sin embargo, en el corazón de Hollywood Boulevard existe un museo dedicado a recopilar recuerdos de relaciones infructuosas y las historias tras ellas, es un museo de sueños rotos”, explican en la agencia de viajes COCHA.
Añaden que en el Museum of Broken Relationships de Los Ángeles “hay piezas donadas por personas de todo el mundo, las que simbolizan esas relaciones que no funcionaron o que dejaron un corazón herido”. Es el caso, por ejemplo, de una blusa azul que fue entregada por una mujer que usó esa prenda el día que fue citada a una cafetería por su esposo para anunciarle que había decidido dejarla.
El éxito de esta muestra ha llegado a tal punto que diariamente se reciben objetos y sus historias desde distintas partes del mundo lo que ha permitido renovar constantemente la muestra y hasta generar otra que es itinerante.
Si bien este museo no tiene obras de arte, los asistentes se detienen por minutos para contemplar un arrugado vestido de novia que una mujer donó tras su tortuoso divorcio o las alas de papel que un joven le hizo a su novia para el día de Halloween antes de enterarse que ella lo engañaba con otro hombre.
Muchas veces estos objetos parecen restos sacados de un naufragio o un terremoto y quizá sí lo son, ya que un desamor no es más que la destrucción de un sueño en el que muchos hipotecan la vida misma. Quizá eso explica el éxito de esta muestra, ya que el desamor es más que la letra de una canción y este museo es una muestra viva de que todos sufren por igual.