Varios años llevan luchando las autoridades australianas contra la alta población de
gatos salvajes que pone en riesgo la fauna de sus rincones. Se estima que existen entre dos a seis millones de estos felinos en diferentes ciudades del país oceánico, de los cuales muchos fueron abandonados por sus dueños y dejados en las calles cercanas.
Ahora, con la llegada de las llamas al sureste del país desde septiembre pasado, nuevamente estos felinos callejeros están causando
preocupaciones a los expertos respecto al posible daño que pueden producir a un ecosistema que se ha visto gravemente afectado por los incendios forestales, dejando a más de 500 millones de animales muertos por la tragedia.
Se cree que este posible nuevo enemigo para el sector
podría aumentar la cifra de muerte de la vida silvestre en los bosques, ya que según estudios anteriores, rescatados por la revista People, se ha demostrado que los gatos salvajes
se sienten atraídos por los ambientes que se vieron afectados por incendios, al poder alimentarse de animales heridos y vulnerables tras el paso de llamas.
El ecologista
Hugh McGregor contó a la revista Wired que los gatos se vuelven cazadores hambrientos en la vida salvaje, incluso más que otros animales. "Esperan y observan, y
continúan cazando hasta que la última presa haya desaparecido del área", indicó.
"Es un nivel extra de meticulosidad que muchos depredadores nativos no tienen. Siento que
los gatos son más como un equipo de limpieza", añadió el experto.
Meses atrás,
Gregory Andrews, funcionario nacional de especies en peligro, había asegurado a CNN que desde su llegada en el siglo XVII, los
gatos salvajes han ayudado a que cerca de 20 especies de mamíferos se hayan extinguido, y esto convertiría a estos felinos en la mayor amenaza a las especies nativas de Australia. Es por esto que esperaban poder sacrificar cerca de dos millones de los felinos antes de este año.
Actualmente, el gobierno de Nueva Gales del Sur ya se encuentra trabajando en alternativas para poder proteger a los animales de la destrucción de su hábitat a raíz de las llamas, y durante esta semana realizó
lanzamientos, desde helicópteros, de miles de kilos de tubérculos con el objetivo de alimentar a las especies más afectadas.
Además, la organización
Humane Society International también mantiene un equipo en la zona para ayudar en la búsqueda y rescate de animales que lograron sobrevivir a los incendios y que necesitan de ayuda médica.