Una polémica normativa fue la que volvió a anunciar hace algunos días el gobierno del presidente de Estados Unidos,
Donald Trump, en la que se podrían incluir más carnes, hamburguesas, papas fritas y pizzas a los menús escolares, dejando de lado los estándares saludables que le daban prioridad a las verduras y frutas.
La propuesta, la cual desafía los estándares nutricionales para reducir la obesidad infantil impulsados por la ex primera dama,
Michelle Obama, permitiría a las escuelas del país norteamericano mayor flexibilidad, según señaló el Departamento de Agricultura en un comunicado.
Las nuevas medidas, irónicamente impulsadas el mismo día del cumpleaños de la ex primera dama, autorizaría a las escuelas
reducir la cantidad de verduras y frutas requeridas en los almuerzos y desayunos escolares, para dar paso a una mayor posibilidad de vender pizzas, hamburguesas y papas fritas, informó
Brandon Lipps, subsecretario del Departamento de Agricultura, entidad que es responsable de administrar casi 30 millones de estudiantes en más de 90 mil colegios, según reportó el Washington Post.
Algunas administraciones de las escuelas y grupos de empresas de alimentos, como la industria de la papa, han intentado por mucho tiempo debilitar estos estándares que se pusieron bajo la administración de Obama.
Colin Schwartz, director de asuntos legislativos de un centro de nutrición del país, señaló que si se llegan a establecer estas reglas, "crearán una enorme laguna en las pautas de nutrición escolar,
limpiando el camino para que los niños elijan pizza, hamburguesas y papas fritas y otros alimentos altos en calorías, grasas saturadas o sodio en lugar de comidas balanceadas cada día".
En 2017 el secretario de Agricultura,
Sonny Perdue, ya había comenzado a tomar acciones para retroceder los estándares de comidas escolares más saludables promovido por Obama, alejando artículos como pan o arroz integral y acerando el azúcar y el pan blanco.
"Si los niños no comen los alimentos,
estos terminarán en la basura y no reciben ninguna nutrición, lo que enflaquece la intención del programa", señaló en su momento.
La propuesta ya ha sido rechazada por varias organizaciones, como la Asociación para una América más saludable, que administra Michelle Obama. Su directora
Nancy Roman, señaló que la propuesta es "un paso en la dirección equivocada", y agregó que, "
la ciencia ha demostrado que debe incrementarse el consumo de frutas y vegetales" por su efecto favorable en la salud, especialmente para los menores.