Aunque NuevaZelanda quiere atraer a viajeros distinguidos, no cerrará sus puertas a los mochileros.
Reuters (imagen referencial)
El Gobierno de Nueva Zelandia se comprometió este miércoles
a actuar contra los mochileros que defecan en plena naturaleza y atraer visitantes de un mayor nivel económico, dentro de su plan de recuperación del turismo después de la pandemia del coronavirus.
El ministro de Turismo, Stuart Nash, reclamó a los viajeros extranjeros y a sus propios conciudadanos, que respeten la imagen de sostenibilidad del país porque "defecar a un lado de la carretera y vías navegables no representa a Nueva Zelanda como nación".
"Tenemos muchas furgonetas en el país sin W.C., de modo que cuando el conductor y el pasajero quieren ir al baño, paran en un lado de la carretera y defecan en nuestros ríos. En lo que a mí respecta, los días en que los turistas arrendaban esas furgonetas baratas han quedado atrás", declaró el ministro a la radio RNZ.
Por ello, se comprometió a prohibir que los turistas arrienden furgonetas o caravanas sin W.C., una medida prevista dentro del plan para la reapertura al turismo internacional cuando remita la crisis del coronavirus.
"Tengo la ambición de que cuando abran las fronteras globales, Nueva Zelanda sea considerada como una de las tres primeras opciones de viaje por los viajeros más distinguidos del mundo", recalcó, aunque precisó que no por ello se cerrarían las puertas a los mochileros que viajan con un presupuesto más ajustado.
El turismo es uno de los sectores en auge en Nueva Zelanda, con 11,4 millones de visitantes internacionales en 2019, unas cifras que van a quedar muy por debajo este año debido a la pandemia.
