El 23 de julio de 1986 y luego de un año de relación,
Sarah Ferguson contrajo matrimonio con el príncipe Andrés, el tercer hijo de la reina Isabel II. En una ceremonia celebrada en la Abadía de Westminster, "Fergie" -como la conocen sus cercanos-
pasó a ser parte de la familia real británica.
Tras su boda,
Ferguson comenzó a ser considerada una superestrella mundial junto con otra novel integrante de la realeza británica, su amiga Diana de Gales, esposa por aquel entonces del príncipe Carlos. Sus apariciones en la prensa fueron creciendo a medida que pasaban los años,
siendo comparada en múltiples ocasiones con Lady Di, muchas veces en un tono bastante peyorativo.
Varias décadas después,
Sarah Ferguson habló con la revista People sobre su relación con la princesa Diana y las constantes polémicas que formulaba la prensa de la época en torno a su imagen.
"En los años '80,
estaba Diana, preciosa, y estaba la gorda, desgarbada Fergie", expresó Ferguson, realizando una reflexión sobre cómo era presentada ante el mundo y sobre la dinámica que se estableció en los medios de comunicación para situarla como blanco de burlas.
"Simplemente
estábamos allí para que hubiera gente que ganara muchísimo dinero. En ese momento, ninguna de las dos nos dimos cuenta de ello", agregó.
"
Nos colocaron como la santa y la pecadora. Y lo más importante era permanecer fuertes juntas. Así lo hicimos, sin importar lo que escribieran los demás", agregó.
Sarah Ferguson, quien en agosto próximo publicará "Her Heart for a Compass" -su primera novela-, comentó que, durante ese tiempo,
junto a Lady Di enfrentaron problemas psicológicos que no eran visualizados de la manera en que hoy se tratan, y destacó el apoyo mutuo que se daban.
"
Diana y yo teníamos nuestros propios problemas de salud mental. Ella y yo solíamos hablar acerca de ello", recordó. "Ella me decía: 'Fergie, recuerda una cosa: cuando estás arriba del pedestal, es muy fácil caer. Y tú estás abajo. Simplemente, sube'".
El inicio de la amistad entre ambas se remonta a su adolescencia, cuando Fergie tenía 15 años y "Duchs" -el apodo con que Ferguson se refería a Diana- uno menos. De hecho,
fue precisamente la fallecida princesa quien le presentó a Andrés a su amiga: "Oh, Andrés es muy guapo", recordó la duquesa de York que le dijo a Diana.
Actualmente,
Ferguson sigue siendo cercana a su ex esposo, Andrés -de quien se divorció en 1996-, debido al lazo que los une: sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia de 32 y 31 años respectivamente.
