"No he consumido drogas, ni nada que no sea alcohol", afirmó la primera ministra más joven de Finlandia.
AP
La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, lamentó que se haya hecho público un video donde aparece de fiesta junto a otras personas en una casa privada y afirmó que no hizo nada malo al soltarse el pelo y festejar con sus amigos.
Un video publicado en una red social muestra a seis personas bailando e imitando una canción delante de una cámara, incluida la primera ministra finlandesa. Luego se ve a Marin, de 36 años, bailando de rodillas en lo que parece ser una pista de baile con los brazos detrás de la cabeza mientras imita una canción.
"Me decepciona que se haya hecho público. Pasé la noche con amigos. De fiesta, bastante salvaje, sí. Bailé y canté", dijo la autoridad a la emisora finlandesa YLE.
Aseguró que "yo no he consumido drogas, ni nada que no sea alcohol. He bailado, cantado y salido de fiesta y he hecho cosas perfectamente legales. Tampoco he estado en una situación en la que supiera que otros lo hubieran hecho", según señala el periódico Hufvudstadsbladet.
No estaba claro cuándo se celebró la fiesta, a la que supuestamente también asistieron Ilmari Nurminen, miembro del Eduskunta (Parlamento) por el Partido Socialdemócrata de Marin, y la cantante finlandesa Alma.
Marin –que en 2019 se convirtió en la primera ministra más joven de la historia de Finlandia– dijo que pasa su tiempo libre con amigos al igual que otras personas de su edad y que pretende seguir siendo la misma persona que antes.
"Espero que se acepte. Vivimos en una democracia y en las elecciones todo el mundo puede decidir estas cuestiones", comentó.
En julio pasado, Marin asistió a un popular festival de rock finlandés, y en diciembre se disculpó públicamente tras salir de fiesta hasta las 4 de la mañana sin su teléfono del trabajo, por lo que no se le informó que había estado en estrecho contacto con una persona que había dado positivo al covid-19. Ella no dio positivo al someterse al examen.
Los críticos han señalado que Finlandia –que comparte una frontera terrestre de 1.340 kilómetros con Rusia– enfrenta altos precios de la electricidad, entre otros problemas derivados de la invasión rusa de Ucrania. Recientemente, el país abandonó su postura neutral de mucho tiempo y solicitó su ingreso a la OTAN.
