Froome (al centro) se mostró activo en el pelotón, incluso atacó a sus rivales a 10 km de la meta.
AFPAJACCIO.- El británico Chris Froome (Sky) explicó que su ataque en el descenso de la última cota, a 10 kilómetros de meta en la segunda etapa del Tour de Francia 2013, obedeció a que se quería probar a sí mismo y a que "es bueno tener a los rivales en estado de alerta".
"Siempre es bueno para mantener a los enemigos en estado de alerta", dijo con una sonrisa.
Froome conocía la llegada y sabía que el descenso sería peligroso, por lo que decidió ponerse a prueba.
"Después de esa pequeña subida a unos 10 kilómetros de la meta sabía que el descenso era complicado y peligroso. Estaba delante con Richie Porte y pensé que podría ser un buen momento para empujar un poco, salir adelante, probar mi propio ritmo y no meterse en problemas", explicó.
Para Froome el objetivo en las primeras etapas es "mantenerse alejado de los problemas y estar atentos al frente, con el fin de no perder efectivos".
Sagan: "Todavía puedo salir de Córcega de amarillo"
El eslovaco Peter Sagan, en tanto, aseguró sentir "cierta decepción" por haberse quedado a las puertas de la victoria en la segunda etapa del Tour de Francia, pero señaló que no ha renunciado a ganar la tercera y salir de Córcega de amarillo.
"Ha sido una lástima, nos ha faltado muy poco para atrapar al último de los seis fugados, creo que hoy podía haber ganado la etapa y el maillot amarillo", señaló el ciclista del Cannondale, que se quedó a un segundo del belga Jan Bakelants, ganador en Ajaccio.
Pese a ello, el eslovaco indicó que todavía ve posible la victoria de etapa mañana, la última en territorio de Córcega, lo que puede valerle también para enfundarse el jersey de líder.
"Es posible, lo vamos a intentar", dijo Sagan.
El ciclista no ocultó su "decepción" por el segundo puesto de hoy, pero indicó que la etapa tuvo "muchas cosas positivas", en particular los puntos logrados en la clasificación de la regularidad, que ya ganó el año pasado y que es un objetivo del actual.