SANTIAGO.- En nuestro país se hizo conocido como el ayudante técnico de Marcelo Bielsa en la selección chilena. Junto al entrenador rosarino llevaron a la "Roja" al Mundial de Sudáfrica y le dieron una nueva identidad al equipo nacional.
Pero tras ese exitoso período, el ex defensa central decidió separar su camino del DT y emprender un nuevo desafío como entrenador. Su primera experiencia fue en Estudiantes de La Plata, aunque los resultados no lo acompañaron y luego de sólo tres meses dejó su cargo.
Así, en noviembre de 2011 regresó a suelo chileno y aterrizó en la Sexta región asumiendo la dirección técnica de O’Higgins. Esa fecha inició un proceso nuevo, que poco a poco irá tomando vuelo y que llegaría a lo más alto con la obtención del Apertura 2013/2014, donde además alzó el primer título de su carrera como técnico.
Pero su comienzo no fue fácil. Su título de adiestrador no era compatible y requería un permiso especial para sentarse en la banca celeste, por lo que tuvo que esperar por su debut.
Su problema se solucionó días después y logró ejercer su rol de estratega, donde poco a poco fue transformando el estilo del cuadro de Rancagua. A punta de trabajo llevó a su equipo hasta una inédita final del fútbol chileno, aunque aquella definición del Torneo
Clausura 2012 la perdió ante la U en unos infartantes penales.
Estuvo cerca de la gloria en aquel entonces, pero no consiguió tocar el cielo, aunque sí revolucionar a toda una ciudad. Pese a ello, en el semestre posterior sus pupilos cumplieron una irregular campaña y terminaron lejos de los puestos de avanzada. Además en la Copa Sudamericana cayó en primera fase a manos de Cerro Porteño.
Pero lo mejor estaba por venir. Ya en el primer campeonato del 2013 el cuadro de la Sexta región regresó a su buen ritmo y estuvo peleando un par de fechas la cima del certamen, aunque en la recta final se desvaneció y perdió toda opción a la corona.
Hasta que llegaría su revancha. En el Apertura 2013/2014, O’Higgins se sacó la “espinita” y gracias a una gran campaña logró levantar su primera corona. El sello de Berizzo se consolidó en base a esfuerzo y trabajo. Se notó la mano del argentino en un juego ordenado, simple y veloz.
Su solidez defensiva dejó huella, su rápida transición de la última línea a la ofensiva evidenció un trabajo aplicado. Todo acompañado de una delantera efectiva. El ex ayudante de la “Roja” revolucionó el estilo de juego de los celestes y no sólo se notó en el proceso, también quedó muy claro en los resultados.
Es que gracias a él y a su grupo de jugadores, el cuadro de la Sexta región se consolidó y logró una cosecha positiva, la que estuvo a punto de tener frutos en torneos anteriores, pero que sólo en el Apertura 2013/2014 tuvo su final feliz: El primer título de su historia tras ganarle la pulseada a la UC.