SANTIAGO.- Una caída de 58% experimentaron las privatizaciones en
América Latina durante el primer semestre del 2000, respecto de igual período
del año pasado, al totalizar US$ 3.861 millones, informó hoy la Cámara de
Comercio de Santiago (CCS).
Indicó que pese al número de ventas programadas para el año por US$ 17.918
millones, el bajo nivel semestral ratifica la desaceleración del proceso en
países como Argentina, Colombia y Venezuela, y la lentitud de su despegue en
aquellos que aún no ingresan de lleno a él como Ecuador, Paraguay y algunas
economías centroamericanas.
Al analizar las privatizaciones por país de destino, se observa que Brasil
retomó el liderazgo regional con ventas por US$ 3.183 millones (82,4% del total) por las operaciones correspondientes a las distribuidoras eléctricas de
Pernambuco y Sao Paulo. El programa oficial, que reúne activos federales y
estaduales, asciende a US$ 14.828 millones por el Banco Banespa, las generadoras Chesf y Furnas y Petrobras.
En segundo lugar, se ubicó México con ventas por US$ 402 millones (10,4% del
total) por la distribución de gas natural y las licitaciones aeroportuarias. Le
siguieron Colombia con US$ 119 millones (3,1%), Perú con US$ 92 millones (2,4%), Argentina con US$ 38 millones (1,0%) y Bolivia con US$ 27 millones (0,7%).
Respecto de Chile, la CCS destacó que en el período no se registraron
operaciones, señalando que la venta de las empresas sanitarias continuará con el 42% de ESSBIO, programada para septiembre próximo y con un precio mínimo
estimado en US$ 356 millones. Otras empresas en la lista son ESSAM y ESSAR, las
que no deberían ser vendidas antes del próximo año.
En términos sectoriales, el de Energía retomó el predominio al concentrar el
85,4% de las operaciones por US$ 3.296 millones. Más atrás se ubicaron
Telecomunicaciones con US$ 233 millones (6,0%), Bancos con US$ 154 millones
(4,0%), Transporte con US$ 91 millones (2,4%), Servicios con US$ 60 millones
(1,6%) y Minería con US$ 27 millones (0,7%).
En cuanto al origen de los recursos, el 39,8% correspondió a capitales
estadounidenses (US$ 1.536 millones), el 26,8% a españoles (US$ 1.036 millones), el 13,0% a brasileños (US$ 503 millones) y el 12,0% a franceses (US$ 464 millones).
"Se puede señalar que el proceso de desestatización regional tiende en la
actualidad más hacia la licitación de determinados servicios públicos y
explotación de recursos naturales, que a la ventas de activos ya existentes...
Esta se ha visto complicada tanto por los efectos de la coyuntura recesiva sobre la región como por factores políticos derivados del temor a la pérdida de
empleos y/o encarecimiento de los servicios básicos privatizados", comentó la
CCS.