LONDRES.- El grupo Telefónica volvía a ser blanco el jueves de rumores sobre una posible Oferta Pública de Adquisición (OPA) o fusión tras la dimisión de su ya anterior presidente Juan Villalonga.
Las negociaciones sobre una fusión con la holandesa KPN fueron interrumpidas en mayo después de que Villalonga perdiera el apoyo necesario en el directorio de Telefónica, dijeron entonces fuentes cercanas a las conversaciones.
El año pasado, otras negociaciones sobre una alianza con British Telecom fracasaron, en parte porque Villalonga pretendió presidir personalmente el nuevo grupo que resultaría de la alianza, según fuentes del sector.
Pero aquellos inversores que esperan que el nuevo presidente de Telefónica, César Alierta, esté mejor posicionado para garantizar la independencia de la operadora en un proceso de fuerte consolidación en Europa, podrían decepcionarse.
"Villalonga irritó a mucha gente en el consejo (directorio) con su estilo agresivo", dijo una fuente industrial. "Pero si uno no es agresivo, probablemente no participará en el juego".
Algunas fuentes del sector financiero dijeron que Telefónica podría convertirse en blanco de una posible OPA por parte de empresas estadounidenses que buscan mayor presencia en América Latina, en caso de que Alierta optara por un estilo de gestión menos agresivo.
Las empresas consideradas como posibles candidatas a presentar una OPA por Telefónica son BellSouth Corp., SBC Communications o incluso Verizon Communications, la anterior Bell Atlantic.
"BT y Telefónica han estado hablando durante tanto tiempo que quizás consigan algo", dijo un financiero. "Los holandeses no se alejan de lo posible, pero creo que los estadounidenses también se lo pensarán".
"Para una empresa estadounidense (Telefónica) es una gran plataforma en Europa. Para una europea es extender su marca y, además, obtiene activos latinoamericanos. No creo que nadie pueda quedarse quieto durante mucho tiempo en este mercado", añadió.
Los argumentos a favor de BT
Con Villalonga, el valor de mercado de Telefónica se multiplicó por ocho. El ejecutivo lideró la última fase de expansión de la compañía, que fue privatizada un año después de que él llegara a la presidencia del grupo.
Pero fuentes del sector culpan parcialmente a Villalonga del fracaso de la fusión con BT. La capitalización de Telefónica es ahora de alrededor de 88.500 millones de dólares, ligeramente más que BT. Algunos expertos consideran que éste sería un buen momento para reavivar una fusión entre iguales.
"Con la dimisión de Villalonga se ha ido un obstáculo ( para eso)", dijo una fuente del sector.
La política de expansión europea de BT ha sido de establecer empresas conjuntas para desafiar a otras compañías, pero la incapacidad del presidente ejecutivo, Peter Bonfield, para levantar el precio de la acción ha dejado a la empresa vulnerable a una OPA.
La competencia en el Reino Unido explica en parte la caída del 27 por ciento de las ganancias brutas de la compañía en el primer trimestre.
Pero un acuerdo con Telefónica reforzaría una política internacional que ha sido criticada por falta de agresividad y le permitirá salir de la española Airtel, operadora de telefonía móvil controlada por su rival Vodafone.
"BT podría beneficiarse enormemente de una alianza con Telefónica", dijo Iain Johnstone, analista de telecomunicaciones de JP Morgan.
"Reforzaría su gestión y le daría una estrategia creíble para el negocio de medios e Internet. También le abriría la puerta a América Latina y añadiría masa crítica para su red celular internacional", señaló.
Las persistentes especulaciones de que BT podría aprovechar una salida a bolsa de Airtel para capitalizar su participación del 17,8 por ciento y formar una alianza con Telefónica han perseguido a la compañía, aunque el grupo dijo el mes pasado que no existían conversaciones al respecto.
Pero Telefónica no está presente en Gran Bretaña y pocos analistas ven probable que pueda acceder al principal mercado europeo de telecomunicaciones, el mercado alemán, donde la semana que viene se celebrará una subasta de licencias de tercera generación de telefonía celular UMTS.
KPN dijo que una fusión con Telefónica todavía tendría mucho sentido desde el punto de vista empresarial.
Pero el tiempo avanza y desde la ruptura de las negociaciones de ambos grupos en el pasado mayo, KPN ha forjado una nueva alianza con el gigante celular japonés NTT DoCoMo.
