MADRID.- La economía chilena sienta las bases para un nuevo ciclo de fuerte expansión, tras el bache de 1999, según un informe del servicio de estudios del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, de reciente publicación.
Según el documento, que forma parte de un seriado de análisis y proyección de las economías latinoamericanas, la sostenibilidad del crecimiento chileno es mayor que la de otras economías de la región, al tener como base el dinamismo en exportaciones y demanda interna.
El ritmo de este crecimiento se mantendrá en un 5,5 por ciento, precisamente la cifra que se hizo pública para el Producto Interno Bruto (PIB) válida para el primer semestre de este año, y se prevé un incremento del consumo privado para los próximos seis meses.
A pesar de la desaceleración de la demanda interna, el análisis vaticinó unas mejores expectativas para el consumo privado gracias al alza de un diez por ciento en el salario mínimo y el aumento de las remuneraciones en términos reales.
También señaló como síntoma positivo el crecimiento "a un mayor ritmo" de las importaciones sobre las exportaciones, sobre todo en bienes de consumo y en petroleras, si bien el comercio hacia fuera se mantiene dinámico.
Según "todos los indicios", incluido un crecimiento anual del 7,4 por ciento valorado en mayo, "muy superior al de los meses anteriores", anticipan un crecimiento de la demanda interna próximo al diez por ciento a finales de 2000, lo que garantizará un aumento del PIB del 5,5 por ciento.
Apuntó un repunte de la inflación, del 3,6 por ciento en los primeros seis meses, que obligan al gobierno chileno a revisar al alza hasta el 4,5 por ciento su proyección para 2000, debido sobre todo al "elevado precio del petróleo".
Según el informe, la economía chilena es junto a la argentina la de mayor deuda externa de la región (62 por ciento del PIB), y el impacto negativo que por ello representa sobre sus finanzas públicas el aumento en los tipos de interés en Estados Unidos.
Dicho riesgo lo calificó como "menor" mientras se mantenga controlado el déficit por cuenta corriente, a lo que añadió que el saldo negativo de la cuenta corriente para este año se espera por debajo del dos por ciento del PIB.
"En todo caso, la economía chilena no pierde su credibilidad internacional, mientras se mantenga firme en su compromiso por lograr el equilibrio presupuestario", que le podría llevar a un "superávit primario" del uno por ciento del PIB, señaló.