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Escándalo Mitsubishi hace prever futuro accidentado

Las redadas policiales a Mitsubishi Motors por haber ocultado durante casi tres décadas los defectos de fabricación de sus vehículos hacen prever un futuro difícil para el fabricante japonés, que se verá afectado por la desconfianza del consumidor y de los inversores.

05 de Septiembre de 2000 | 03:55 | EFE
TOKIO.- Las redadas policiales a Mitsubishi Motors por haber ocultado durante casi tres décadas los defectos de fabricación de sus vehículos hacen prever un futuro difícil para el fabricante japonés, que se verá afectado por la desconfianza del consumidor y de los inversores.

La firma de calificación de riesgo Standard & Poor's anunció esta semana que mantiene bajo cuidadoso escrutinio el nivel crediticio de Mitsubishi debido al "efecto demoledor" que el escándalo tendrá sobre el prestigio de sus productos.

Según Standard & Poor's, los elevados gastos de la retirada de vehículos para reparaciones y, a largo plazo, la comercialización de sus nuevos vehículos malograrán las mejoras previstas para una empresa, que ya tenía problemas de rentabilidad y liquidez.

Fuentes del sector calculan que las pérdidas netas consolidadas para el primer semestre fiscal del 2000 de Mitsubishi serán de 60.000 millones de yenes (unos 555 millones de dólares), ocasionadas en parte por el escándalo de ocultación de los vehículos defectuosos.

La cifra, que superará los 38.500 millones de yenes de pérdidas del año anterior, incluirá un desembolso de unos 7.500 millones de yenes como consecuencia del deterioro a la reputación de Mitsubishi y otros efectos del escándalo.

El pasado 27 de agosto la policía realizó la primera de dos redadas policiales en las instalaciones de Mitsubishi bajo sospechas de que la empresa ocultó por casi dos décadas las quejas de sus clientes por defectos de fabricación en sus vehículos y que reparó los vehículos sin informar a las autoridades.

La semana pasada Mitsubishi anunció la retirada de 88.000 automóviles de ocho modelos, que se añadió a la devolución para reparaciones de 532.000 autos de 17 modelos del pasado 26 de julio, para un total de 620.000 vehículos.

Las acciones de Mitsubishi han perdido cerca de un cuarto de su valor de mercado desde julio, cuando se conoció una investigación ante la sospecha de que la empresa inició en 1969 un doble sistema de archivos de quejas de clientes, uno para ser presentado al ministerio del Transportes y otro que permaneció oculto bajo la clasificación "H", de "hitoku" la palabra japonesa para "secreto".

Como una primera muestra de los descensos que prevén los analistas, las ventas de Mitsubishi bajaron en agosto un 2,7 con respecto al mismo mes del año anterior, hasta 16.769 unidades.

Dentro de las tácticas de recuperación del prestigio de la empresa los expertos citan la posibilidad de reforzar la alianza con DaimlerChrysler con un aumento de capital y la aceptación de un ejecutivo de la firma germano-americana para jefe de operaciones.

En julio DaimlerChrysler acordó la compra de un 34 por ciento del capital de Mitsubishi Motor y el derecho a nombrar tres miembros en la junta directiva del fabricante nipón.

El caso de Mitsubishi ha servido además para destacar la indulgencia de la ley japonesa para las irregularidades de las empresas.

Debido a que la ley japonesa no contiene penalizaciones para un caso de esas características, Mitsubishi será castigada con una sanción administrativa y una multa que no pasará de diez mil dólares, un precio que muchos consideran bajo frente al riesgo que han corrido durante tres décadas los compradores de sus vehículos.
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