NUEVA YORK.- La clasificadora de riesgo Fitch IBCA rebajó hoy, las perspectivas futuras (outlook) de la calificación de riesgo de Argentina a "negativas", debido a las "dificultades económicas y a las condiciones de mercado a las que se enfrenta el país".
En este sentido, mantuvo sus calificaciones de riesgo de BB para la deuda en moneda extranjera y de BB+ para la deuda en pesos (argentinos), gracias a que el favorable marco de la política económica se mantiene "intacto".
Explicó que desde 1998, Argentina enfrenta un difícil período de crecimiento económico y para el año 2000 la agencia pronostica que el incremento del Producto Interno Bruto (PIB) no superará el 2%.
Además, señala que el fuerte crecimiento de las exportaciones no será suficiente para empujar las tasas de crecimiento, ya que dependen en mayor medida de la demanda interna, y destaca, igualmente, que las tasas de interés siguen en niveles altos.
La agencia, sin embargo, valora el compromiso del gobierno para llevar a cabo reformas económicas, así como el amplio consenso de la clase política argentina para apoyar la convertibilidad, la rectitud fiscal y las reformas estructurales.
"Estas medidas (las reformas), combinadas con anteriores acciones como la reforma del sistema de pensiones, la desregulación y la privatización, y la Ley de Convertibilidad Fiscal, apoyarán los fundamentos crediticios de Argentina en el largo plazo", indica.
El informe señala que "sin embargo, si en los meses próximos el crecimiento flaquea, Fitch cree que se hará muy difícil para las autoridades el encontrar ahorros adicionales que le permitan alcanzar las metas de déficit".
Asimismo, la clasificadora destaca el gran peso que la deuda externa argentina en los próximos cinco años. "Si las tasas de crédito permanecen altas y el aumento del PIB no sube, entonces la tasa de deuda por PIB -que Fitch IBCA cree crecerá por encima del 50% en el año 2000- continuará creciendo", sostuvo.
"En este ambiente, la calificación de riesgo de Argentina podría ser rebajada", explicó, agregando que "una economía fuerte, sumada a un aumento de las exportaciones en el contexto de un decreciente déficit del sector público, podría garantizar unas perspectivas estables en el futuro".
