MADRID.- España aprovechará su presidencia de la Unión Europea -en el primer semestre del 2002- para impulsar los acuerdos de libre comercio entre la UE, Mercosur y Chile, anunció hoy el vicepresidente segundo del Gobierno español, Rodrigo Rato.
Durante la primera jornada de la I Cumbre Empresarial Unión Europea, América Latina y Caribe, Rato aseguró que esos acuerdos de libre comercio son "indispensables" para alcanzar pactos más importantes en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El también ministro de Economía subrayó que la evolución de la economía latinoamericana debe ser parte de la agenda europea, así como los acuerdos comerciales que "se deben generalizar hasta alcanzar el libre comercio a nivel mundial".
Rato aseguró que España está comprometida con las iniciativas de estabilidad de las economías latinoamericanas, ya que lo que suceda en esos países es "relevante debido a las inversiones directas y las consecuencias en los mercados de capitales".
España es el primer inversor mundial en América Latina, recordó el ministro, quien destacó la oportunidad de las empresas españolas para participar en el proceso de liberalización y privatización que se lleva a cabo en los países de la región.
Los procesos de reformas de las economías deben continuar en Iberoamérica para extender la prosperidad y la cohesión social al conjunto de la población, apuntó Rato.
Mientras que España ocupa una posición prioritaria como inversor en Latinoamérica, en las relaciones comerciales "hay un largo camino por recorrer", dijo Rato, quien subrayó que el Gobierno español está comprometido en aumentar las exportaciones con acuerdos bilaterales.
La estabilidad financiera en América Latina es otro de los asuntos en los que quiere ayudar el Ejecutivo español y para ello está dispuesto a colaborar con el Fondo Monetario Internacional en operaciones encaminadas a lograr ese objetivo.
La vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio, calificó las relaciones entre la Unión Europea, América Latina y Caribe de "presente de gran dinamismo y futuro esperanzador colmado de oportunidades para las dos regiones".
De Palacio destacó la importancia de la celebración de la cumbre empresarial, ya que, a su juicio, "es a través de la iniciativa privada, las pymes y el desarrollo de la actividad económica como se puede desarrollar la sociedad en su conjunto".
Avanzó que las ambiciones de la Comisión Europea en la futura Cumbre Iberoamericana que celebrará en Madrid en 2002 pasan por "verificar que se han obtenido avances en el desarrollo de los vínculos institucionales, que se producirán decisiones políticas que animen a Europa, América Latina y Caribe a trabajar conjuntamente en nuevos terrenos".
Asimismo, añadió, la Comisión Europea apostará porque la cooperación sea "lo más rápida, transparente y eficaz de lo que ha sido hasta el momento".
De Palacio aseguró que la UE aspira a dotar de una nueva dinámica a las relaciones con Latinoamérica, por lo que basará su futura política de colaboración en el fomento y protección de los derechos humanos, la promoción de la sociedad de la información y la reducción de los desequilibrios sociales.
Por su parte, el presidente de la patronal española, Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), José María Cuevas, abogó por intensificar las relaciones comerciales entre la UE y América Latina, siguiendo las recomendaciones de la cumbre de Río de Janeiro de 1999.
Cuevas señaló que, en los últimos años, la UE ha pasado a ser el primer inversor exterior, el segundo socio comercial y el mayor donante de ayuda oficial al desarrollo de los países de América Latina.
Agregó que, a su vez, Latinoamérica ha encontrado en la UE su segundo mercado de exportación y el primero para alguna de las subregiones, como en el caso de Mercosur, por lo que consideró que esa "realidad" económica debe tener un reflejo claro a la hora de fijar prioridades tanto de política exterior como de relaciones económicas internacionales de ambas partes.
