SANTIAGO.- Como un reajuste que no amenazará la estabilidad macroeconómica del país, calificaron hoy diversos economistas la aprobación en el Congreso del 4,3% para los trabajadores del sector público.
"Lo más importante de todo el proceso de negociación, es que el Gobierno se la jugó por un reajuste que mantiene el equilibrio fiscal, y en ese sentido, es valiosa y destacable la actitud del ministro de Hacienda", dijo el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Católica, Francisco Rosende.
Agregó que si bien todos los chilenos esperan que las remuneraciones se incrementen y que una mayor cantidad de personas accedan a mejores niveles de vida, "esto no se logra por la vía de decisiones administrativas".
"Esto no se logra porque el Congreso o los dirigentes decidan que los salarios tienen que subir más, sino porque la economía tiene que estar en condiciones de dar esos aumentos. Por lo tanto, en el corto plazo lo primero es crear las condiciones para crecer en forma estable",comentó.
Por su parte, el economista del Centro de Estudios Públicos (CEP), Juan Andrés Fontaine, sostuvo que el reajuste es consistente con el presupuesto aprobado para el próximo año, que se basa en la austeridad fiscal necesaria para tener una reactivación económica sólida y sana.
"El episodio que hemos visto muestra que las negociaciones por el reajuste son extraordinariamente políticas y escapan de lo que realmente importa, que es definir la productividad de cada una de las dependencias del Estado. Por lo tanto, hay que reformar el sector público para ir hacia una negociación descentralizada, porque no es posible meter bajo el mismo paragua a los funcionarios de la policía, de la salud y del servicio electoral, entre otros", expresó.
Por lo anterior, Fontaine afirmó que es preciso tender hacia una reforma profunda que elimine la negociación general y la inamovilidad de gran parte de los funcionarios del sector público.
En tanto, el economista de la corredora Larraín Vial, Leonardo Suárez, señaló que el reajuste de 4,3% está en el límite de lo tolerables, ya que a su juicio, tanto la economía mundial como la chilena van a crecer menos en el 2001 que en el 2000, por lo que "es bueno ser conservador respecto del crecimiento de las cuentas fiscales".
"Me parece muy bien que Eyzaguirre se la haya jugado por cuadrar el flujo de caja. En todo caso, me gustaría que hiciera algo más en la parte estructural de la economía", puntualizó.
