BUENOS AIRES.- La cámara de diputados convirtió en ley en la madrugada del jueves la modificación del reglamento del Banco Central y autorizó a la entidad a emitir moneda sin respaldo en reservas y a actuar como prestamista en última instancia.
Hasta ahora, el BCRA debía garantizar cada peso circulante con un dólar en reserva, pero la devaluación de casi 30% de la moneda argentina dispuesta el 6 de enero obligó a modificar el estatuto de la entidad rectora. El Banco Central ahora recupera facultades de supervisión sobre el sistema bancario, que quedaron virtualmente suspendidas durante los diez años de vigencia del régimen de convertibilidad, de paridad entre el peso y el dólar.
La nueva carta orgánica del BCRA -que ya tenía media sanción del Senado- fue aprobada por 132 votos a favor, 63 en contra y nueve abstenciones.
Según la constitución argentina, sólo el Congreso puede modificar la reglamentación del Banco Central.
El nuevo reglamento convierte al banco en una virtual fábrica de billetes. Por ello, y para evitar que una emisión descontrolada desate un brote inflacionario y agudice la depreciación del peso, los legisladores incluyeron en la nueva carta orgánica una serie de restricciones.
El Banco Central deberá presentar al Congreso un informe anual sobre sus operaciones y deberá explicar "los alcances de las políticas monetarias, cambiarias y financieras de ejecución".
También se obliga al directorio de la entidad a dar a publicidad su programa monetario e informar las metas de inflación y, llegado el caso, explicar las causas del incumplimiento de las mismas.
Desde 1991, la llamada "Ley de convertibilidad" -que ataba el peso al dólar-impedía al banco emitir moneda sin el respaldo de las reservas en dólares con el fin de mantener la paridad cambiaria entre el peso y la divisa estadounidense.
Pero el abandono de este sistema y la devaluación de la moneda argentina obligó a levantar esta restricción del estatuto del BCRA.
Además de devaluar el peso, el gobierno de Eduardo Duhalde fijó dos tipos de cambio: uno fijo a 1,40 peso para las operaciones de comercio exterior y otro libre cuyo valor surge de la oferta y demanda en el mercado de cambios.
El nuevo estatuto aprobado por el Congreso también convierte al BCRA en un prestamista de última instancia al permitirle al directorio de la entidad otorgar líneas de redescuentos a bancos con problemas de liquidez, sin limitaciones.
Aunque el proyecto exige que la línea de redescuentos deberá ser igual al patrimonio del banco que es auxiliado, establece en otro artículo que "en casos extraordinarios" se podrá superar ese límite.
Duhalde carga sobre sus espaldas una pesada carga: reactivar una economía que no ha crecido en 43 meses y que ha disparado el desempleo al 18,3% y sumido en la pobreza a un tercio de los 36 millones de argentinos.
